CON VIENTO FRESCO
El patrimonio oral
YO LEÍ una leyenda recogida en Arnado que habla de los amores frustrados de una mora y un joven, y que de forma maravillosa explica el origen aurífero del río Sil. La noche del sábado era fría, aunque en Balboa lucía un cielo estrellado y no las terribles nieblas del Bierzo Bajo que desde hace unos días lo ocultan todo, incluso nuestras lágrimas por la muerte de algunos amigos. Una fue anunciada por la enfermedad, la de Antonio González-Guerrero, que puntualmente me enviaba todos sus libros con cariñosos saludos en su interior; otra de forma inesperada, como un mazazo, la de Pepe el Sillero , amigo del alma, con el que he pasado a lo largo de estos últimos treinta años muchas horas en alegre compañía, y a quien el pueblo de Cacabelos rindió un sentido homenaje acudiendo en pleno a su entierro, muestra del cariño que sentía hacia un hombre bueno, que alegraba la vida del pueblo con su jovialidad. Allí en la inmensa palloza de Balboa, como si de un tradicional filandón se tratara, estábamos muchas personas leyendo en público algunas leyendas y cuentos, al calor de la lumbre, por gentil invitación del alcalde Monteserín. Nos acompañaban varios políticos, Fidel Cerezales, Natividad Cordero, Ricardo González y un representante de la Xunta de Galicia, pero los reunidos eran sobre todo muchos amigos del Instituto de Estudios Bercianos, con la presidenta Mar Palacio y el anterior presidente Alfredo Rodríguez, como principales animadores del cotarro. En la palloza, incomparable lugar para el objetivo propuesto, nos reunimos para leer y festejar la presentación de un nuevo libro de Aquilino Poncelas, Contos e lendas do Bierzo , en el que el autor, en versiones originales en gallego y traducciones al castellano, ha recogido casi cien cuentos y leyendas de numerosos lugares del Bierzo, la mayoría de la zona oeste, desde Fornela y Ancares hasta la Terra de Aguiar, pasando por Valcarce, Somoza y Balboa. Se trata de una obra que viene a completar los dos libros anteriores en los que ya había reunido otros muchos cuentos y leyendas de tradición oral que el autor, en una labor encomiable de más de veinte años de trabajo de campo, ha ido recogiendo de personas mayores, muchas de las cuales, como recordaba Aquilino, desgraciadamente ya han desaparecido. El primero de los libros se publicó con la ayuda de la asociación de Balboa Carocos, el segundo por iniciativa del Instituto de Estudios Bercianos, así como también este último aunque con apoyo económico de la Xunta, la Junta y otras instituciones. Nunca agradeceremos suficientemente a Julio Camerana, Alicia Fonteboa y a Aquilino Poncelas la labor que han realizado en estos años pasados, ahora que la mayoría de los pueblos de montaña, donde hasta hace muy poco se conservaron tradiciones de origen milenario, están desapareciendo y con ellos toda la cultura rural, agraria y pastoril, que fue hasta los años sesenta la de la mayoría de los pueblos del Bierzo. En estos cuentos y leyendas está una buena parte de nuestras tradiciones y creencias; son en ese sentido una fuente de primer orden para trabajar sobre ellas y rescatar todo el imaginario colectivo y la religiosidad popular. Pero son también una muestra de la riqueza lingüística de la comarca del Bierzo, y del papel que el gallego, en su variante dialectal berciana, ha tenido en todos estos pueblos del oeste de la comarca. Este patrimonio oral, su riqueza lingüística y las tradiciones, tiene una difícil conservación si las gentes no lo hacen suyo. Al desaparecer la sociedad que lo sostenía, ya no es la familia sino la Escuela quien debe difundirlo y preservarlo hasta que nuevamente sea parte de las tradiciones familiares o desaparezca irremisiblemente. Por eso es tan importante la labor de recogida que ha hecho Aquilino Poncelas, pero sobre todo la publicación de esos cuentos y leyendas por parte del IEB, pues de este modo los maestros y profesores tendrán libros a los que recurrir para contar a sus alumnos las viejas creencias populares de nuestra tierra y así preservarla.