El guiño de la diosa fortuna

NO HAY gordo malo. Y menos si es el «Gordo» de la Lotería Nacional que hoy cantarán los niños de San Ildefonso. Es el sorteo más esperado del año. Los leoneses, como todos los españoles, no es que se jueguen las pestañas, pero sí invierten con generosidad. Buscan, en estos tiempos de decadencia, su resurrección económica encomendándose a San Pancracio, al que adornan su altar con perejil. Los que no creen en la milagrería suponen que el perejil es para adobarlo, y tras el desencanto, meterlo luego al horno. El sorteo de la Lotería Nacional de Navidad pocas veces ha sido generoso con León, al contrario que el de «El Niño». Sin embargo, casi se invierte el doble. Quizá es que el de hoy es más proletario. Acceden a él hasta los pobres, aunque sea con una participación de un euro. El del Niño ya es sorteo para la clase media/alta y para los ricos. Sólo se vende, en su casi totalidad, en décimos de 20. La proporción está desfasada, de ahí que hoy sea considerado como el «Día de la Salud», mientras que al resto de los sorteos no les hayan asignado bauitismos. Deseo, por supuesto, salud a todos los leoneses. Pero si, además, va acompañada de oxígeno económico -¡uf, sería la leche!- la felicidad alcanzaría la plenitud. La diosa fortuna puede ser hoy cómplice nuestros guiños o ponernos, como tantas veces, los cuernos. A los que ya ha abrazado con amor es a ese futbolista que es como el perro «Risitas», aunque algo más feo: Ronaldo de Assis Moreira, «Ronaldinho». La Fifa le ha declarado el mejor jugador del mundo en 2004. Un futbolista genial. Sonríe hasta cuando falla. Sin duda, ha implantado un nuevo espiritu en el Camp Nou. (Por cierto, acaba de comenzar el encuentro Barça-Levante, correspondiente a la última jornada de la Liga en 2004. Ronaldinho realiza una genialidad que reconocen todos los amantes del fútbol, incluidos los merengues). Pero estamos arrebujados bajo las faldas de la diosa fortuna. Nieva en las cumbres de León y al ex-corregidor, Francisco Fernández, la Asociación de Amigos del Síndrome de Down (Amidown), le han concedido el Premio Rompiendo Barreras del año que ya ha empezado a agonizar. Tenía el décimo premiado por su gestión durante año y pico. Igual que el profesor Fernando Rozada Gómez, al que le han distinguido con el Premio Carrefour de Medio Ambiente. O a los científicos José María Blázquez, historiador, y a Manuel Varela, economista, ambos merecedores de entrar en el club donde brillan los metales académicos, el selecto club de los «maestros de maestros». La diosa fortuna les anticipó su guiño. A los que esperamos con ilusión su amor o desprecio en el sorteo de hoy, nos carcome el hormigueo de la espera. No lo teníamos antes de conocer el informe presentado por el Boletín Económico de Castilla y León, avalado por Caja España. Reafirma lo que era un clamor: la Comunidad crecerá durante 2004 «ligeramente por debajo» de la media nacional. Y certifica, igualmente, lo que ya hemos denunciado con reiteración: los mayores crecimientos corresponden al eje Valladolid/Palencia/ Burgos, mientras en el otro platillo de la balanza están Ávila, Salamanca y León. En lugar de encomendarnos a la Junta o al Gobierno, hagámoslo a la diosa fortuna. Es probable que también nos falle.