Hacer, ¿o deshacer?

LA TENDENCIA a simplificar la realidad que caracteriza a la publicidad está invadiendo los discursos políticos hasta reducirlos a eslóganes más apropiados para vender detergentes que para suscitar debates. Si durante el anterior gobierno popular cualquiera que se atreviera a discrepar mínimamente de la política de lucha contra ETA de Aznar era tachado automáticamente de proetarra, y a quien osara cuestionar la eficacia de la guerra de Iraq contra el terrorismo de signo islamista se le incluía también automáticamente en el club de fans de Sadam Hussein, con el actual gobierno socialista, cualquiera que ose cuestionar las dos últimas verdades reveladas por ZP que la Constitución Europea es buena para España, y que Turquía es Europa es tildado de euroescéptico, o , pero aún: de antieuropeo Por hablar de lo último: Turquía no es Europa. Si la historia sirviese de algo, esta sería la única conclusión racional a la que cabría llegar al respecto. Y si, como parece, no sirve, su condición de satélite de los EEUU debería bastar para que, en vez de descalificar sin más las objeciones de quienes se oponen a su ingreso en la UE, las reflexionásemos sobre ellas. No es el antiamericanismo (otro gran cliché) lo que me lleva a decir ésto, sino el europeísmo. La UE sino el intento más serio que ha hecho nunca Europa por tener vida propia, paz interna y prosperidad común. Y, justamente eso, una Europa fuerte, es lo último que conviene a la vocación de hiperpotencia de los EE. UU. Sobran pruebas. ¿No será boicotear (una vez más) la voluntad de autonomía de Europa lo que pretenden los EE. UU. al apadrinar el ingreso de Turquía? ¿Le estamos abriendo la puerta a un nuevo socio, o a un nuevo caballo de Troya? No seré yo quien cuestione el derecho de esos 71 millones de turcos que en dos años se calcula que llegarán a los 80 millones (más que Francia y Alemania juntas), al pan y a la democracia: para eso están los tratados preferenciales, ¿no? Si Turquía entra en la UE, ¿por qué no va a entrar por ejemplo Marruecos, que también quiere? ¿Porque físicamente está en África? ¿Porque culturalmente Marruecos no es ni ha sido nunca Europa? ¿Porque no cumple ni de lejos los requisitos de derechos humanos de la UE? ¿Y qué? Turquía no está en Europa sino en Asia. Y tanto culturalmente como en respeto a los derechos humanos, es tan europea... como Marruecos. ¿Por qué Turquía sí y Marruecos o cualquier otro aspirante no? Si lo europeísta es ignorar los límites naturales de Europa, puestos a ser políticamente correctos, ¿por qué no papeles para todos?