Menos creíble

CON LAS dificultades propias de un Gobierno sin mayoría absoluta, el gabinete de Rodríguez Zapatero va sacando adelante sus proyectos más difíciles, como el de Presupuestos, al tiempo que todo son novedades en aquellas decisiones que no tienen que pasar por la prueba de la mayoría parlamentaria, pese a que dispone de ésta a la hora de la verdad. La gestión con las víctimas del terrorismo y la misma lucha antiterrorista conocen novedades notables como el nombramiento de Peces-Barba o el dispositivo de prevención frente a los posibles riesgos de la etapa navideña. La oposición del PP no cambia nada en su estrategia de la negación absoluta, lo que la hace cada vez menos creíble, ya que nadie se traga eso de la incapacidad absoluta de un Gobierno para hacer nada que merezca la aprobación. Y en cuanto al debate permanente sobre la configuración territorial del Estado, el Gobierno tiene que pechar con el inconveniente de ser de un partido democrático en el que existe libertad de expresión y de propuesta interna. Mientras tanto, a estas alturas del año, el PP no hace nada más que recibir malas noticias: La consolidación creciente del Gobierno y del PSOE en los sondeos electorales y de valoración o el informe del Tribunal de Cuentas sobre las presuntas irregularidades de los tiempos de Zaplana en Trabajo. La última pésima noticia es la contenida en el auto del juez Juan del Olmo, con esa conclusión provisional de que los atentados del 11-M fueron una reacción de los terroristas islámicos a la postura del Gobierno de entonces en la guerra de Irak.