Primera advertencia

TODAVÍA metidos en los festejos navideños, ya tenemos alguna advertencia acerca de las materias que nos ocuparán, preferentemente, en 2005: elecciones autonómicas vascas y gallegas, y reformas de estatutos y de algunos aspectos de la Constitución. Proclama Emilio Guevara que el PNV en el Gobierno tiene los días contados. También los tiene, en su opinión, el Plan Ibarretxe. No hay duda de que las elecciones vascas tendrán los dos planteamientos estatutarios como cuestión central de debate y de elección para los ciudadanos. En Galicia las cosas podrían presentarse de otro modo. Dependerá de si el PP y el propio Fraga mantienen o no la idea de continuar con el mismo candidato que les ha dado una repetición continuada de victorias. Pero la cuestión es más seria: ¿Puede ser candidato a presidir una autonomía un personaje con 82 años de edad, por voluntarioso y capacitado que haya demostrado estar? En la propia dirección del PP hay muy serias dudas de que eso sea razonable, sobre todo cuando aspira a sucederse para un quinto mandato consecutivo. Pero no es menos cierto que en el PP hay pánico ante la posibilidad de que la sustitución de Fraga equivalga a una probable, casi segura, derrota del sucesor... En cuando a las informaciones sobre las reformas estatutarias y constitucionales que se debatirán en el año nuevo, advierte el Gobierno que cada autonomía es muy libre y está muy capacitada para hacer las propuestas que considere convenientes. Pero añade que si esa reforma estatutaria se efectúa de manera unilateral, contraria al sentir mayoritario, en tal caso será rechazada por el Congreso de los diputados. Y se señala que próximamente, Jordi Sevilla, José Blanco y Alfonso Perales irán explicando a cada autonomía dónde están los límites de lo aceptable o lo que supera los límites permisibles... Es decir, dónde se asume y dónde se rebasa la Constitución vigente, considerada marco a respetar con el mayor esfuerzo... Paralelamente, en cambio, se cuenta que el Gobierno estaría dispuesto a incluir en el preámbulo de la Constitución a revisar una especie de explicación entre las diferencias que algunos pretenden hacer constar entre comunidades nacionales, nacionalidades, regiones... ¿Será alguien capaz de abrir ese debate? Sería la demostración de una inmadurez política insoportable, y con toda probabilidad, significaría abrir un melón de cierre imposible. ¿Es más comunidad nacional, nacionalidad o región Cataluña que Valencia, Aragón o Navarra? ¿Por qué lo digan Maragall y Carod-Rovira? Como se ve, el menú de asunto para el año 2005 es espectacular... Y de solución muy incierta.