Euskadi y ese fallo «técnico»

LA INFLEXIBILIDAD mostrada por el presidente del parlamento vasco, Juan María Atutxa, en la polémica votación de los Presupuestos es contraria al espíritu democrático e irracional desde todos los puntos de vista. Incluso en el supuesto de que el error se debiese exclusivamente a la torpeza de la parlamentaria, parece claro que la tecnología no puede supeditarse a la inteligencia. La aprobación de los presupuestos en tales circunstancias es bastarda e ilegítima, y tiene por tanto que ser reconsiderada. De otro modo, se alentará la sospecha de que ha existido maquinación fraudulenta y se violentará la voluntad de los electores que han designado a sus representantes en la Cámara. El PNV no puede poner en cuestión su integridad democrática a cambio de un relativo beneficio.