EN POCAS PALABRAS
Más que una catástrofe
ESTÁ CLARO que las colosales proporciones de la catástrofe del sudeste asiático se debieron a la indigencia en que vivían los habitantes del litoral azotado por el maremoto. El seísmo y la miseria han actuado en complicidad. Lo ocurrido es lo bastante grave como para que el mundo globalizado inicie una reflexión sobre tales circunstancias. No es sostenible un mundo en el que dos terceras partes de la población viven en condiciones que sólo cabe calificar de pobreza severa.