Asesino en serie

HAY UN ASESINO en serie al que no busca la policía ni andan tras él jueces y fiscales y, sin embargo, en los últimos treinta años, sólo en España, ha matado a ochenta mil personas. Actúa en todas las épocas del año, a cualquier hora del día y de la noche y no pocas veces lo hace en estado de ebriedad. Ése asesino letal,es la carretera. El año pasado acabó con la vida de 1.531 habitantes, de ellos, quinientos habían bebido más de la cuenta, circunstancia que no hace pensar en qué en la mayor parte de los accidentes de tráfico que se producen en España la responsabilidad es de los conductores, no de los vehículos o del estado del firme de las autovías o carreteras. Es un hecho que lo coches cada vez son más seguros, pero también que cada vez corren más, lo cual quiere decir que son un arma en manos de gentes que conducen de manera un tanto agresiva, o simplemente atolondrada o distraída. Hay estadísticas que demuestran que los conductores noveles (entre los 18 y los 25 o 27 años) sufren más accidentes que quienes ha rebasado esas edades. El acceso de chavales con 18 o 20 años a máquinas que pueden alcanzar los doscientos kilómetros por hora es un hecho y una tentación. No digamos si se mezcla con la euforia del alcohol. En la génesis de los accidentes de tráfico hay otras muchas causas, pero la fascinación de la velocidad y la sensación de poder que transmiten los coches lanzados a todo motor esta en el origen de miles y miles de tragedias. Con esas complicidades cuenta el asesino en serie más letal de cuantos hemos padecido.