Morir en el tajo
LA SINIESTRALIDAD laboral no cesa: ayer, en un accidente absurdo, morían siete obreros en Burgos, un octavo se debatía entre la vida y la muerte al escribir estas líneas y otros cuatro están muy graves. Al conocerse la tragedia, las organizaciones sindicales reclamaban una vez más al Gobierno que se cree una fiscalía especial para combatir los accidentes de trabajo, que con demasiada frecuencia se deben a falta de previsión o al incumplimiento de las normas de seguridad. En nuestro país, la conquista de la seguridad está siendo demasiado lenta. Parece necesario endurecer la normativa, intensificar la vigilancia, combatir judicialmente la dejación de responsabilidad y vigilar especialmente determinadas prácticas, como la subcontratación, que desprotegen al trabajador.