Los pueblos también existen

Gobernando el señor González, el rey decía: «Se deben tomar medidas sobre la corrupción y el paro». Gobernando el señor Aznar, decía: «La economía va bien, pero se debe repartir bien». Ahora, con el nuevo Gobierno, el señor Zapatero dice: «En una nación puede haber varias naciones», y el discurso del rey, dice: «Todo el territorio debe estar unido». La derecha francesa esperaba que en España ganara la izquierda; algo buscaba y lo encontró. Y ahí se ve que el señor Aznar defendía los intereses de España mejor que los defiende el señor Zapatero. Ahora se prepara un referéndum y, aunque no se negoció bien, habrá que decir «sí» para ser más europeos y más unidos; y para evitar el riesgo de que volvamos a hablar de dos Españas. Señor Zapatero, eso no lo entiendo. Estoy seguro que el señor Almunia y el señor Borrell -uno vasco y el otro catalán- si llegaran a ser presidentes, ninguno de ellos haría lo que usted, señor Zapatero, está haciendo. A mí no me da miedo esa parte de catalanes y vascos que exigen. Lo peor es que el Partido Socialista no es como el Partido Popular para conservar la nación unida, aunque tampoco hay que culpar a todos los socialistas. Como decía Cervantes, cada uno es hijo de sus obras. Hace bastante tiempo, en este periódico he dicho que no venga otro peor que el señor Pujol, y en el resto de España se están acordando del señor González. Ahora aparecen carteles en Cataluña para que vuelva Pujol, y en el resto de España se están acordando del señor González y del señor Alfonso Guerra. Y por último, señor Valcarcel, yo he dicho lo que he sentido y lo que he leído, tampoco quisiera insistir más; como amigo, siga ayudando a los más necesitados, que se lo agradezco. Ángel García Alonso (Ponferrada). Mi padre falleció el 13 de diciembre del 2004. Estaba ingresado en una residencia y, dos días antes del fallecimiento, pedimos encarecidamente a la dirección de dicha residencia poder quedarnos con él esas noches previas a su defunción puesto que estaba ya muy grave y temíamos que mi padre muriese sin estar nosotros presentes, favor que desde la dirección se nos denegó puesto que la «norma» (no escrita en ningún sitio) no dejaba estar a familiares de doce de la noche a siete de la mañana. Y yo me pregunto: ¿Por qué no pueden estar unos familiares con su ser querido a la hora que se quiera en sus últimos momentos? ¿Por qué prima una «norma» ante los sentimientos de toda una familia? ¿Por qué si es una residencia de puertas abiertas no nos las abren por la noche? Afortunadamente mi padre falleció a las cuatro de la tarde y pudimos acompañarle en esos momentos y quiero con esta carta aconsejar a la residencia que dejen quedarse a los familiares que lo pidan sin ninguna «norma» que gobierne sobre los sentimientos de las personas ante un familiar. Y también quiero dejar constancia de nuestro agradecimiento a Luisa, una de las encargadas, por darnos el apoyo que necesitábamos en ese momento. Me gustaría que se publicase esta carta para que no vuelva a ocurrir este tipo de casos y que cambiásemos el concepto de residencia que tenemos todos, para que realmente pensemos que son sitios agradables donde cuidan a nuestros jóvenes mayores. Todo esto ocurrió en la Residencia de Mensajeros de la Paz «Edad Dorada» de Mansilla de las Mulas. Fernando Escancio Barrio (Correo electrónico). Saturnino Vélez González quiere dejar el siguiente mensaje dirigido al alcalde, Mario Amilivia y su equipo. «Señor Amilivia: la situación caótica vivida en León debido al temporal de nieve es verdaderamente vergonzosa. Lo voy a explicar en sólo tres consideraciones: 1.ª El lunes 27 la Calle Ancha se hallaba con un chapi, chapi, que era prácticamente imposible transitar. Un empleado de limpieza o un bombero con una manguera, en una hora, lo hubiese dejado totalmente limpio. 2.ª El martes 28, las aceras y los pasos de cebra eran intransitables. Un pequeño grupo de empleados hubiera hecho accesible todos estos pequeños lugares transitables. 3.º El día 29, el acceso al ambulatorio de José Aguado, era una pista de patinaje. Entérese de una conversación que presencié: «Mirad a quién votáis para las próximas». ¿Dónde ha estado el concejal de tráfico? ¿Dónde han ido de vacaciones los empleados de limpieza? ¿Dónde están jugando a las cartas los bomberos? Amilivia, está jugando con fuego, seguro que se quemará». María Jesús (Ponferrada; edición digital).