EN POCAS PALABRAS
Un ejercicio de realismo
COMO tantas veces, sólo la casualidad ha impedido que estemos hablando de una desgracia irreparable. Cuarenta kilos de explosivo dan para mucho. Este acto brutal debe provocar un ejercicio de realismo a quienes intuían que ETA podía estar al borde de una «tregua» -que no serviría de nada si no significase el abandono definitivo de las armas- y coloca en su justo sitio a Batasuna, que sin duda habrá «comprendido» como siempre esta nueva acción criminal. También la perversión del «plan Ibarretxe» resplandece con toda su crudeza: se ha aprobado en el Parlamento vasco con el apoyo de los sayones, y sigue siendo asimétrico cualquier debate sobre una hipotética reforma institucional porque quienes no son nacionalistas en Euskadi continúan en el punto de mira de los etarras.