Cerrar
Publicado por
FERNANDO ALLER
León

Creado:

Actualizado:

«EN LEÓN NACÍ, en León desarrollé mis primeras empresas, a León sigo vinculado y en León espero hacer nuevas cosas». La frase fue pronunciada por Domingo López en el año 1982, cinco días después de la victoria del PSOE en las elecciones generales. Domingo López vuelve a ser protagonista de las primeras páginas de los periódicos por una sentencia que le resarce parcialmente de lo que entonces él mismo calificó de atropello del Estado. En el año 1978 el Banco de España decidió intervenir el Banco de Valladolid alegando irregularidades contables y una situación de quiebra técnica. Domingo López poseía dos de cada tres acciones de la esta entidad bancaria, aproximadamente. El Fondo de Garantía de Depósitos -que se comprometía a hacer frente a las reclamaciones que pudieran surgir- vendió posteriormente el banco intervenido a la firma británica Barclays, uno de las once entidades que acudieron a la puja. Domingo López, mediante un requerimiento notarial, le explicó al Barclays que las cosas no eran como las contaba el Banco de España y el Gobierno presidido por Adolfo Suárez. Ahora la justicia ha venido a reconocer que el empresario leonés tenía razón. Al Barclays tampoco le importaba mucho esta circunstancia, porque al fin y al cabo la cláusula firmada les eximía de toda responsabilidad. Así ha sido. Un juez ha determinado que el Fondo de Garantía de Depósitos pague a Domingo López una indemnización de 1.122 millones de euros. (Casi doscientos mil millones de pesetas) Más allá de las cuestiones puramente técnicas, la sentencia ha venido a reconocer la frivolidad con la que actúan algunos responsables políticos cuando juegan con dinero de otros. Domingo López se cansó de denunciar el «atropello» del que estaba siendo objeto. Nadie le prestó atención entonces. ¿Quién resarce los daños morales causados a este hombre, quien, con 92 años cumplidos, lleva casi 30 esperando el pronunciamiento de la justicia? Nacido en Lumeras, Domingo López representa el paradigma del hombre hecho a sí mismo: picador en la mina, distribuidor de patatas y tendero de ultramarinos, llevaba en el alma la pasión por el riesgo y pronto entró en negocios tan variados como las minas, la vivienda, la construcción de barcos, la banca y el transporte urbano. Afirma tener un compromiso con esta tierra y es de agradecer su intención por invertir en su provincia el dinero rescatado. En la misma entrevista del año 1982, Domingo López expresaba el presagio de lo ocurrido: «Si yo no poseyera una gran dosis de optimismo y de alegría para afrontar la vida -explicaba a quien esto firma el día 31 de octubre de 1982-, si no poseyera esa cualidad para aguantar los atropellos de los que he sido objeto por parte del Gobierno y del Banco de España (...) hoy estaría arrinconado, como lo han pretendido. El tiempo se encargará de poner a cada uno en su sitio y espero que no tardando mucho todo se aclare y que cada palo aguante su vela». En lo que sí se equivocó fue en el tiempo. Tampoco se paga en euros. Inquietud, entusiasmo es lo que muestra también el Círculo Empresarial Leonés, una organización patronal surgida de la escisión de la Fele, y que pendiente de resultados, está dando ya unas muestras de dinamismo que denotan aún más el movimiento paquidérmico de otras organizaciones. El CEL supo poner en evidencia a la empresa Lagun Air, que había mantenido una posición oscilante y sospechosa al anunciar fechas de cierre que después revocaba sin motivos que pudieran justificar el cambio. Solamente cuando un grupo de once empresarios escudados en las siglas del CEL anunciaron su intención de comprar Lagun Air, o de poner en marcha una compañía aérea en las mismas condiciones si la primera desaparecía del aeropuerto de León, sólo entonces, los gestores de la sociedad aeronáutica apostaron por un nuevo aplazamiento y anunciaron su intención de seguir en el negocio. Cierto que la posición de fuerza de Lagun Air ha servido para que Aena haya adoptado con inesperada rapidez decisiones determinantes con respecto al futuro del aeropuerto de León, pero no es menos cierto que la apuesta de los empresarios leoneses del CEL también ha servido para poner de relieve una actitud que alguien podría calificar de chantaje y que, a su vez, ha evidenciado una mala gestión de la crisis por parte del Consorcio que impulsa el transporte aéreo en León. El mismo grupo de empresarios entiende también de la modernidad y se dispone a crear en Madrid un grupo de presión con el fin de obtener la contratación de proyectos empresariales que favorezcan el futuro desarrollo de León. El ex alcalde Francisco Fernández, que mantiene intacta su confianza en los compromisos adquiridos por su amigo y presidente del Gobierno, ha expresado el apoyo de los representantes socialistas en la misma dirección. Con similitudes americanas, políticos socialistas y los empresarios leoneses con más empuje se confabulan para crear un lobby , un instrumento de presión, como iniciativa que sería conveniente tuviera también el respaldo de José Luis Rodríguez Zapatero. En realidad, uno tiene el convencimiento de que este es el objetivo último de acuerdo, en letra no escrita, y tiene el sospecha de que así será. Rumbo municipal Impulso es el que también quiere dar Mario Amilivia a la gestión recobrada. El alcalde anuncia que cifrará todas sus energías en los hechos y da por superado el paréntesis charlatanero del relevo político. Pretende que los asuntos no duerman en los cajones de la burocracia mientras el debate sustituye la acción. La rapidez con la que se ha dado carpetazo al polémico asunto del desarrollo urbanístico del Monte San Isidro -que permanecerá como zona de esparcimiento y no albergará las 500 viviendas previstas por el anterior equipo de gobierno y la Diputación- lo ofrece como símbolo de los nuevos tiempos: gestión en lo propio y reclamación permanente de las deudas que otras instancias de poder tienen contraídas con la capital. Asuntos como un tren auténtico de alta velocidad (350 Km/h) y no el sucedáneo que ahora se vende, la conclusión de las rondas de circunvalación, la creación de nuevos aparcamientos en el centro de la ciudad, el desarrollo del plan ferroviario y la máxima transparencia en algunos planes que mezclaban el deporte con el tráfico y las plazas hoteleras, pretende que constituyan un armazón sólido con el que afrontar los dos años largos de gestión municipal antes de las próximas elecciones. Es evidente: Con lobbys en Madrid o atendiendo a la acción más próxima, está claro que León no se puede permitir perderse en la discusión de si son galgos o podencos.