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EL BALCÓN DEL PUEBLO

Exhibición de la extrema derecha

Publicado por
J.F. PÉREZ CHENCHO
León

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LO DECÍA quien fuera presidente de la Asociación de la Prensa Leonesa, Manuel Valdés, cuando había que abordar algún tema tenebroso o complejo: «Manda estilo». Y manda estilo que hoy -ayer para ustedes-, festividad del patrono de los periodistas, sea inexcusable analizar los sucesos de la manifestación a favor de las víctimas del terrorismo celebrada el sábado en Madrid. Una manifestación manipulada por la extrema derecha y utilizada contra el Gobierno. Un montón de energúmenos -así los ha calificado el ministro del Interior, el leonés José Antonio Alonso-, que no eran víctimas del terrorismo, ni familiares, agredieron e insultaron al ministro de Defensa, José Bono, y a la eurodiputada Rosa Díez. Precisamente al miembro del Gobierno al que le salen por todos sus poros la españolidad, y a Rosa Díez, que tan bien conoce y ha sufrido los insultos de los fanáticos en el País Vasco. Los energúmenos, además de despotricar contra el Gobierno y el PSOE, daban vítores a Ángel Acebes y a Esperanza Aguirre. No es de recibo la explicación del presidente de la AVT convocante, cuando justificó que habían sido expulsados de la manifestación, agradeció la pesencia de Bono y Díaz, pero lamentó la ausencia de otros socialistas. Esa estrafalaria explicación lo deja en evidencia. Todos sabemos que desde la transición democrática, la extrema derecha española vive camuflada dentro del conjunto del PP. Fue el gran servicio que prestó Manuel Fraga a este país. Se eclipsaron los brillos de los metales. Pero también es cierto que en los últimos tiempos del Gobierno presidido por José María Aznar hasta hoy esa derecha extrema ha ido creciendo y tomando posiciones dentro de la dirección del partido, apoyada por los medios de comunicación más radicales de prensa, radio y páginas web, algunas de las cuales se confeccionan desde León. Como no es un hecho aislado, conviene repasar los últimos acontecimientos. La semana anterior Rajoy llegó a un acuerdo razonable de Estado con Zapatero sobre reformas constitucionales y estatutarias. Lo festejé desde este balcón. Rajoy también le dio la razón a Piqué al corregir la sinrazón de Mayor Oreja, uno de los ideólogos más derechistas del PP. Eso fue, digo, hace dos semanas. En la recién borrada del calendario, Aznar decidió acudir al homenaje a Gregorio Ordóñez en San Sebastián, impidiendo que lo encabezara Rajoy. Más hechos contundentes: en la prensa aznarista se publicaron furibundos ataques a estrechos colaboradores de Rajoy. Para cerrar la semana, esa misma extrema derecha hacía una exhibición de fuerza en Madrid aclamando a Acebes, el favorito de Aznar. Está claro que sigue la lucha sorduna y soterrada dentro del PP entre los que, como Rajoy, quieren llevarlo al centro derecha, y los que están enquistados en posiciones fanáticas. Indudablemente, al PSOE le convendría un PP atrincherado en la extrema derecha, y por ende, incapaz de ganar las elecciones. Pero también es una certeza incuestionable que a los españoles nos conviene vivir sin las crispaciones de los fanáticos. En este país, entre los carlistas del PNV y los requetés del PP, están empeñados en amargarnos la vida. «Manda estilo», sí.