El giro a Europa

EL PAÍS Vasco, como Madrid o Cataluña, tiene una renta por habitante muy superior a la media de la Unión Europea ampliada a veinticinco miembros. Se encuentra así entre las regiones privilegiadas de Europa, a las que no afecta o afecta muy levemente el recorte de los fondos regionales y de cohesión que salen de las arcas de la UE y que, a partir del año 2007, se destinarán en su mayoría a los nuevos países incorporados, cuyos desequilibrios territoriales son frecuentemente desmedidos y su nivel económico, muy inferior en varios casos a la media comunitaria. Todo giro en política exterior tiene ventajas e inconvenientes, y si aún no pueden medirse con la suficiente perspectiva las ventajas del acercamiento a Estados Unidos que practicó Aznar tampoco puede hacerse todavía arqueo de las ventajas que la aproximación de Zapatero a Europa. Euskadi, Cataluña y Madrid se han venido beneficiando, si no de los fondos regionales de la UE, sí de los fondos de cohesión, que desaparecen automáticamente cuando el país que los venía recibiendo alcanza el 90% de la renta media europea por habitante, y España la ha superado ligeramente, por el efecto estadístico del ingreso de diez nuevos países, casi todos ellos más pobres. Lo mismo les ha sucedido a varias regiones españolas, que sin ser más ricas hoy que anteayer, se han visto instaladas en una opulencia teórica. Dejar de percibir en 2007 los cerca de 8.000 millones de euros que recibía España anualmente en fondos regionales y de cohesión no es sólo un trauma económico sino una arbitrariedad cronológica. Y así parecen haberlo entendido los dos países en cuyo entendimiento se basa el desarrollo de la unidad europea, Alemania y Francia. Cojea visiblemente la política exterior española al verse privada del asidero norteamericano, pero si nuestra política exterior cojea de una pierna, con la otra se apoya firmemente en el núcleo fuerte de la UE, lo que si por un lado inspira exageraciones literarias, como la de un eje Berlín/París/Madrid, por otro no deja de ser una realidad política, de gran alcance. Anteayer lunes se reunió en Bruselas el consejo de ministros de Asuntos Exteriores de la UE y se abordó el marco financiero para la etapa 2007/2013, en la que se desplazará el esfuerzo de las ayudas económicas hacia los países del Este. Pero España ha logrado que Francia y Alemania comprendan la arbitrariedad cronológico/estadística de que España deje de percibir abruptamente lo que está recibiendo, por lo que ya se estudian muy seriamente medidas que suavicen el rigor de los recortes y dediquen ciertos fondos excepcionales para endulzar la pérdida automática de ayudas.