Air Ave Fénix

CON LA prudencia que requiere hablar de Lagun Air después de dos meses en los que nadie ha hablado claro, parece que existe una última esperanza para que la aerolínea retome el vuelo con sus propios trabajadores al timón. Lo aseguran unas fuentes que en principio tienen por qué conocer la operación de primera mano, aunque lo cierto es que otras que tampoco son ajenas a la empresa lo niegan tajantemente. La credibilidad de ambas es muy precaria, pero la esperanza de mantener unas comunicaciones de calidad en León merece tenerlo en cuenta. De confirmarse, esta operación estaría liderada por el colectivo de pilotos, 18 profesionales que pese a su alta cualificación, tienen unas posibilidades de encontrar otro trabajo casi nulas en las condiciones actuales de su mercado laboral. El propietario de Lagun Air les traspasaría la compañía gratis, o a un precio simbólico, a cambio de zanjar los pleitos mutuos que le enfrentan con el Consorcio del Aeropuerto por incumplimientos de contrato. Los aviones son alquilados y el único valor material de la aerolínea radica en los derechos aeroportuarios de operación, que de todas formas caducarían a los seis meses de dejar de ser utilizados. Lo que no cuadra es que Lagun Air sea ahora regalada cuando hace sólo unos días se supone que un grupo de empresarios leoneses ofrecían seis millones de euros. Si se confirma la operación, querrá decir que alguien se ha echado un farol de vanidad. Este periódico cumple hoy 99 años. Ojalá Lagun Air resurja como el Ave Fénix y cumpla al menos otro más.