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Publicado por
FERNANDO ONEGA
León

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EL CAMPO de las Naciones es como un Manhattan chiquito y manejable, hecho a escala de Madrid. Es un barrio donde no vive nadie, donde por las noches sólo hay guardias de seguridad privada y ejecutivos que regresan al hotel. Es una ciudad modernista, que sólo tiene empadronadas sociedades anónimas en edificios que parecen espejos, de tanto cristal que tienen y tantos coches que reflejan al pasar. Es una especie de capital del capitalismo, con empresas de seguros, energía, sanidad y supervivientes de la burbuja tecnológica. El Campo de las Naciones tiene tres partes: esos edificios de ricos; un recinto ferial que quiere ser el mejor del mundo, y un parque llamado Juan Carlos I, donde han puesto un río navegable, que no nace ni desemboca en parte alguna, pero compite con el Manzanares. Ese Manhattan chiquito iba a ser ayer el centro del universo cultural, porque los Reyes y el presidente de México iban a inaugurar Arco'05. Pero ETA le arrebató la noticia. Lo hizo con la facilidad acostumbrada: roba un coche, lo carga de explosivos y le pone el reloj. Eso es todo. Si una familia para a su lado cuando estalla, mala suerte: no haber pasado por allí. Si se mantiene la fortuna de un balance de heridos leves, los terroristas hasta pueden presumir de «faz humanitaria» que sólo producen daños materiales. Cualquiera que sea el resultado, lo importante es que estalle un coche-bomba en un lugar sonado, que garantice una gran repercusión. Ayer lo han conseguido, una vez más. Ayer pudieron decir que, por mucha seguridad que se monte por la llegada de los Reyes a 500 metros, ellos pueden poner la bomba. Obsesionados por hacer daño, dañaron al Madrid que sueña con la Olimpiada de 2.012, porque se acababa de prometer a los inspectores del COI que Madrid será la ciudad más segura del mundo. Y necesitados como están de publicidad, consiguieron también ser noticia mundial, empujada por los medios que han venido a ver Arco y los competidores por los Juegos Olímpicos. Pero hay algo peor en este último atentado de ETA: la dramática confirmación de que tiene comandos activados. No discutamos si son fijos o itinerantes: los tiene. Seguramente son pocos. Incluso podemos soñar con que sean los últimos restos. Pero existen, y Javier Balza, consejero de Interior vasco, certificó que ETA «sigue plenamente en activo», y Josu Jon Imaz, presidente del PNV, pudo hacer este triste diagnóstico: «Tiene capacidad operativa para matar». Esas son las únicas verdades. El resto es una ensoñación. Aquí no hay abandono de las armas, ni cese de la violencia, ni peticiones de presos, ni nada de nada. Hay unos hechos. Y los hechos, por ahora, sólo hablan de voluntad d e seguir sembrando el terror.

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