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Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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TODO empezó con Ian Wilmut, padre científico de Dolly. Cada oveja con su pareja. Fue la primera experiencia de clonación de un ser vivo y al doctor Wilmut le confundieron con el doctor Frankenstein. A algunos moralistas enlutados les pareció mal que se pudiera duplicar algo y pronosticaron con alarma que podría llegar a hacerse con personas. No se entiende bien el asombro: basta entrar en una oficina del Estado para comprobar que hay alguna gente repetida. Ahora hemos dado el gran paso en España: Sanidad permitirá seleccionar embriones a padres que necesiten curar a otros hijos y nosotros ya estamos curados de asombro. No se sabe qué admirar más, si el progreso de la ciencia o la disposición de los que vendrán al mundo dispuestos a sanar a otro. Nunca mejor dicho, de ellos podrá asegurarse que son generosos de nacimiento. La nueva técnica, aplicada para descartar enfermedades genéticas en los embriones antes de implantarlos en la madre, se aprueba ahora para curar a otros niños. Los que nazcan serán el arquetipo del donante ideal, no sólo porque rebosarán salud, sino porque no podrán protestar. Sus hermanos le deberán la vida en mayor medida que sus padres. Para luego es tarde. Hay familias que se tienen que ir fuera de España si quieren salvar a su hijo aquejado de leucemia o de otras graves enfermedades de la sangre. No pueden esperar a que se apruebe la Ley de Reproducción Asistida, del mismo modo que nadie puede aguardar para sentarse a que se apruebe la ley de la gravedad. En la polémica que sin duda suscitan estos admirables avances de la ciencia los únicos que no opinan son los embriones. A algunos les llaman 'sobrantes'. No es una expresión afortunada, como no lo es la de «bebés a la carta». Lo cierto es que estamos ante un paso gigantesco de la medicina, en cuya carrera nos han adelantado otros países que promulgaron la Ley de Reproducción, como Estados Unidos y Gran Bretaña, hace cinco años. Nosotros vamos a empezar ahora con los trámites. Desde siempre, los trámites es una de las cosas que más nos gusta hacer.