Fauna lasciva

H E LEÍDO, estos carnavales, Alegrías riojanas , librito del cachondo Alberto Vidal que ha recopilado las letras de las jotas subidas de tono que se cantan en las bodegas del Ebro. Pensaba que los humanos no envidiamos el sexo de los animales, prefiriendo nuestros abrazos a sus montas, galladuras o cópulas, pero esta obra me ha sacado del error. Aquí van algunas de las jotas, esperando que no escandalicen a beatas ni meapilas, pues, siempre, las jaranas populares, festeras, van al grano. Las encadeno por orden taxonómico, desde los insectos y reptiles, de sangre fría, a las aves y mamíferos, de sangre caliente. - «Si tú fueras mariposa, te espantaba con mi rabo, pero como no eres gran cosa, me la casco en el lavabo». Preguntaré al catedrático de entomología, profesor Juan Manuel Nieto, las razones de esta conexión entre onanismo y lepidópteros espantables. - «Quisiera ser camaleón, camuflarme en una rama y poderte ver el potorro cuando te vas a la cama». Evidentemente, este reptil de extremidades y cola prensiles, tiene muy buena vista hacia los bajos. Abunda en las chumberas que bordean las playas nudistas de Cádiz. - «Quisiera ser guacamayo y tener plumas azules pa poderte dar por culo sábado, domingo y lunes». Propongo a este volátil americano como patrón de los tíos con pluma, ahora que corren buenos vientos para el matrimonio homosexual. - «En el tejado mi casa tengo un nido de jilgueros, por dios te lo pido, maña, que no me toques los huevos». Sugiero criar jilgueros a los maromos deseosos de cierta independencia en su vida conyugal. - «Mi padre me castigaba con el rabo de una oveja. Yo quiero portarme bien pero el rabo no me deja». Este tipo de sujetos no necesitan pasarse por la farmacia a comprar viagra. - «Al hombre por condición le pasa lo que al cabrito, o muere de pequeñito o crece y se hace cabrón». La próxima fotografía, en vez de prismáticos, que suenan a ecologista, demandaré que coronen mi testa con la cornamenta en lira del macho montés.