Diario de León
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FERNANDO ALLER
León

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TRES EMPRESARIOS ligados al mundo de la construcción han tomado el testigo de Lagun Air y se disponen a que la compañía retome el vuelo. Los tres empresarios, Santos Llamas, Ignacio Tejera y Ricardo Aller, se han hecho cargo de la sociedad mediante el aval de cerca de cuatro millones de euros que habían dejado pendientes sus anteriores propietarios. A cambio adquieren el control de la sociedad y se subrrogan el alquiler de los aviones con derecho a compra y el convenio de publicidad con la Diputación Provincial. Una solución provisional sumamente importante, porque permite dar continuidad a la sociedad, mantener los vuelos en competencia con otra operadora, lo que sin duda siempre repercutirá en el precio de los pasajes, y, un factor no de menor relieve, porque permite mantener vivos los 62 empleos que hace unas semanas se daban por destruidos. El camino de futuro, sin embargo, no será fácil. Los niveles de ocupación de los aviones no han cubierto hasta ahora los mínimos exigidos para hacer rentable la compañía, a pesar de la fuerte inyección de dinero que aportaba el Consorcio provincial. Esta partida apenas representa el 25 por ciento de los ingresos necesarios para mantener operativos los cuatro aviones, lo que significa que el resto, unos 500.000 euros mensuales, han de llegar por la vía de la venta de los pasajes. Consecuentemente hará falta dinero para mantener durante bastante tiempo una situación de déficit. Santos Llamas hizo un llamamiento al resto de los empresarios de la provincia para que se sumen al proyecto y habló de una palabra difícil de encontrar en el mundo del dinero: generosidad. A partir del mes de junio entrará en servicio la pista ampliada del aeropuerto. Permitirá el aterrizaje y despegue de reactores para recorridos más largos, si bien es preciso advertir que no ha de confundirse la viabilidad de una compañía aérea con la operatividad del aeropuerto. El nuevo director del las instalaciones aeroportuarias de La Virgen del Camino, Rafael Escobar, reiteró el pasado jueves en la Fele algo conocido pero con frecuencia olvidado en la nebulosa de la controversia política de las últimas semanas: Que Aena, la sociedad que gestiona los aeropuertos en España, no es responsable de la ocupación de los aviones de las compañías que utilizan sus instalaciones. Aena cumple con mantener a punto la infraestructura necesaria para que se pueda desarrollar en las mejores condiciones el tráfico aéreo. Y en este sentido, los compromisos adquiridos resultan alentadores. A la ampliación de la pista, proyecto que ejecuta la Diputación Provincial, se sumará en breve la instalación de un sistema de aterrizaje en condiciones climatológicas adversas, algo que muchos aeropuertos españoles todavía no tienen. En la diligencia por mejorar la infraestructura ha estado, sin duda, la mano de Rodríguez Zapatero, de quien Santos Llamas reconoció haber recibido aliento para meterse en esta aventura. No precisó más ni tradujo en cuestiones más concretas el arropamiento sobrevenido desde Moncloa. La realidad es que por encima de colores políticos, en esta ocasión la apuesta común ha dejado las rivalidades al margen. La Diputación Provincial había apostado muy fuerte por una iniciativa arriesgada, pero al mismo tiempo necesaria en nuestra provincia, donde las iniciativas son escasas y el desánimo creciente. El fracaso de los anteriores gestores de Lagun Air resultaba ser un peso excesivo, y si bien la apuesta inicial había sido compartida, el fracaso, como es natural, no era asumido con el mismo talante distributivo. Los diputados provinciales socialistas y de la UPL pedían la dimisión del presidente del consorcio aéreo, el también alcalde de Valencia de don Juan, Martínez Majo. Justo es reconocer, por tanto, su aguante, así como el respaldo inquebrantable del presidente de la Diputación, Javier García Prieto, quien tiene muy claro el papel obligado de la institución provincial, y muchas ideas al respecto, en el desarrollo económico de la provincia. Menos claras están las cosas en Antibióticos. El expediente de regulación de empleo sobrevuela de nuevo una compañía que permanece en venta, con unos propietarios, el grupo Sir Fidia de Italia, que mantiene posiciones oscuras y ambiguas. La precariedad en la que se encuentra Antibióticos en estos momentos crea desasosiego entre los trabajadores, que no saben a qué carta quedarse. El problema puede estar en que Antibióticos hace tiempo que dejó de ser un proyecto industrial para sucesivos propietarios y se convirtió en un naipe del juego financiero. Como si de una noria se tratara, otros asuntos han resultado también recurrentes en la actualidad semanal. Angel Villalba dijo el pasado lunes que lo de hacer una autovía gratuita paralela a la autopista de peaje con Asturias, era una broma. Seguramente que como broma se lo habían tomado todas las personas que habían leído sus declaraciones hace algunas semanas. Pero ahora resulta que no, que la ministra, en el mejor estilo socialista de los últimos tiempos, desmiente al secretario regional de su partido en Castilla y León y afirma que la autopista se va a hacer. Da la impresión de que se han metido en un buen lío. En campaña electoral prometieron suprimir el peaje de la autopista del Huerna, tal vez sin darse cuenta de que el ministro Cascos había decidido ampliar la concesión unos cuantos años más. Total, que ahora resulta muy caro y, además, una decisión de este tipo no sería admitida por otras regiones en las que necesariamente habría que mantener el pago de peajes. Entre tanto, los anuncios, la rectificación y las contradicciones sirven para animar a la parroquia, con el riesgo más que evidente de que los políticos, eso sí, pierdan el escaso crédito que les queda. Le ha pasado algo parecido a otra ministra, la titular de Agricultura, Elena Espinosa, quien ha mostrado su lado más optimista al anunciar que Castilla y León seguirá recibiendo fondos de la Unión Europea. Es más, dijo que la comunidad no perderá fondos europeos a pesar de haber alcanzado una renta que nos deja fuera del grupo de países receptores de las ayudas en grado más elevado. Claro que a continuación la ministra se cubrió las espaldas admitiendo que «a lo mejor tenemos que repartir los fondos entre unos cuantos países más». Es decir, primero se niega y después se dice aquello de que ni sí, ni no, ni todo lo contrario. El arte de la política. Concluyó la semana con una expectativa. El Gobierno permite a las comunidades autónomas que complementen las pensiones más bajas, las no contributivas. Castilla y León no se ha pronunciado al respecto, mientras que Cataluña ya ha dicho que no ampliará el abanico de las ayudas. Juan Vicente Herrera tiene la palabra.

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