EN POCAS PALABRAS
Cambiar la mentalidad
LA EVIDENCIA de que la torre Windsor no cumplía las más elementales condiciones de seguridad frente a los incendios, aunque se estaba adaptando a la nueva normativa, ha dejado en posición comprometida a las instituciones autonómica y municipal madrileñas, que han reaccionado anunciando un plan para inspeccionar los edificios de más de diez plantas -que son muchos cientos- y comprobar que cumplen los requisitos exigidos. Produce cierto sonrojo constatar que, una vez más, quienes deberían caracterizarse por la inquietud preventiva en todos los sentidos sólo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena. Quizá lo que es prioritario es cambiarse la mentalidad, de forma que la preocupación por la seguridad se generalice y sea el norte de toda la actividad urbanística.