Diario de León

TRIBUNA

La prostitución, un debate obligado

Publicado por
ELOÍNA TERRÓN
León

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LA RECIENTE noticia de la desarticulación de otra red de trata de mujeres en León, vuelve a poner sobre la mesa el debate social no realizado de la prostitución. En este caso nueve personas explotaban a 20 mujeres. La fórmula es siempre la misma o muy similar: se les ofrece un trabajo -las mujeres necesitamos empleos para sobrevivir- y posteriormente se las obliga a ejercer la prostitución. Se las mantiene en este estado de esclavitud con coacciones y engaños alegando que tienen que pagar una supuesta deuda contraída por el traslado desde su país, deuda que se va incrementando progresivamente con gastos añadidos de todo tipo: alojamiento, manutención, etcétera. La prostitución es a menudo noticia destacada en los medios de comunicación. Importantes grupos empresariales desean que se legalice ya que supone el segundo negocio en importancia tras el tráfico de armas. No importa que los beneficios que se obtengan sean a costa de la vida, la dignidad, la libertad y la salud de las mujeres que son obligadas a ello: bien de forma violenta, bien por la pobreza en que viven. Hay muchas formas de obligar y la pobreza es una de las más fuertes. El primer paso para intentar legalizarla se sustenta en fomentar un cambio en la percepción social que se tiene de ella, haciendo que la opinión pública acepte la prostitución como un hecho inevitable, utilizando argumentos como los que a continuación paso a referir. - Difundir la idea de que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera y quien no lo acepte así esta impregnado de una moral retrógrada y trasnochada, despreciando y minimizando la apuesta por una moral solidaria, justa, que implica no querer para nadie lo que no se quiere para uno mismo. - Eliminar la imagen asociada de la prostitución al «trabajo indigno», con argumentos que hacen referencia a la libertad individual de las personas y su capacidad de elegir libremente el trabajo que quieren o argumentos que alimentan la bondad de sus retribuciones económicas. No obstante, a tenor de la noticia que da pie a esta reflexión, no parece que esto sea cierto. ¿Cuántos casos de desarticulación de «trata de mujeres» gotean periódicamente?. ¿Cuántos siguen ahí y no son descubiertos o no se les quiere descubrir? ¿Qué porcentaje de mujeres ejerce la prostitución contra su voluntad?. Sirva, a modo de ejemplo, algunos datos reveladores que desmontan los planteamientos expuestos con anterioridad. Los estudios estadísticos avalan que un 78% de las mujeres que ejercen la prostitución quieren dejarlo. ¿ Se puede considerar «profesión» con este dato tan elevado de rechazo?. ¿Alguien puede desear una profesión que comporta un alto riesgo de contraer enfermedades venéreas o el sida, además de sufrir malos tratos físicos, psicológicos y vejaciones?. Otro dato: un 86% de las mujeres contaban con menos de 18 años cuando fueron prostituidas, es más, la edad media de inicio en la prostitución es de 14 años. Hablar de «profesión» libremente elegida es algo cruel y sin sentido, y más cuando además se descubre que un 82% de las mujeres habían sido, previamente, víctimas de la violencia. Sobre las ganancias económicas: un estudio realizado en Castilla y León, entramos en nuestro terreno, establece que la media por un servicio es de 33 euros. En los extremos está un 3,31% de mujeres que cobran 120 euros y un 7,95% que cobra 12 euros. Pero hay veces que la tarifa no sobrepasan los seis euros. Lo de «prostituta feliz» y que gana dinero es un mito, en cambio, los datos reales hablan de mucha necesidad y mucha pobreza. Es terrible una sociedad que quiere dejar la prostitución como salida laboral y económica a las mujeres. Esa sociedad ni es justa, ni solidaria, ni ética. Estos datos avalan la, denunciada hasta la saciedad, feminización de la pobreza. Por ello algo es imprescindible cambiar en nuestra sociedad y en nuestras pensamientos. Un último argumento, igualmente manido, es «ya que la prostitución está ahí, y no se puede cambiar, las mujeres tienen derecho a tener un sistema de protección social, y reconocimiento de sus derechos laborales». Hay muchas cosas en nuestra sociedad que están ahí, y no las legalizamos porque estén ahí si van contra la dignidad de las personas. Éste es el argumento más sibilino, más rebuscado, ya que apela a los sentimientos de justicia y de defensa de los derechos humanos de las personas. La mejor forma de remover los obstáculos éticos es intentar dar la impresión de defender una buena causa, y en este caso se centra en la defensa de los derechos laborales de las prostitutas. Para finalizar, es necesario hacer un escueto comentario sobre la parte sin la cual la prostitución no seria cometido de este artículo: los hombres, los clientes. En España cuatro de cada 10 hombres acude a un prostíbulo. En León este número debe ser mayor si pensamos en la cantidad de clubes, prostíbulos y otros lugares que proliferan por nuestra geografía provincial. - Qué pensamos las mujeres de que nuestros amigos, compañeros, maridos y padres frecuenten estos lugares y se vean, de alguna modo, como sujetos activos o pasivos de noticias como la que abre el artículo. Aceptar la prostitución daña la posibilidad de alcanzar una relación igualitaria de respeto y sinceridad entre hombres y mujeres en el hogar, en el trabajo y en todos los aspectos de la convivencia. Las nuevas generaciones de hombres y mujeres educadas en la aceptación y comprensión de la prostitución como algo «normal», se verán afectadas forzosamente. Los jóvenes verán afectadas sus relaciones con las mujeres, compañeras de trabajo y amigas, ya que crecen, se desarrollan y aprenden en un entorno donde el cuerpo de la mujer está a su disposición. Los hombres deben saborear las dificultades cotidianas que conlleva relacionarse, seducir, y disfrutar de la relación y la sexualidad. Deben esforzarse por mejorarse a si mismos pues solo así mejoraran su relación con las mujeres. Están obligados a dedicar tiempo, afecto y cuidado a otras personas y de esta manera acabarán con la ínclita obsesión de que las mujeres están ahí para él. (*) Los datos estadísticos han sido extraídos de un estudio sobre la prostitución de la Junta de Castilla y León y Actas sobre el Congreso Internacional sobre prostitución de la Comunidad de Madrid del año 2000.

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