Nuevos aires

Soy vecino de Carucedo, desde siempre admirador de Las Médulas, y no un técnico en la materia, pero lo que dijo el señor Sánchez Palencia a la ministra de Cultura publicado en el Diario de León el pasado 23 de enero de que en Las Médulas sólo se sacaron de 4.500 a 5.000 kilogramos de oro aparte de los romanos, casi parece un insulto a la inteligencia de dicha civilización, la más práctica de la historia. Vamos que sólo llevaron para Roma unas quince o veinte carretas de oro. ¿Y para eso estuvieron 200 años? Pues podían haber usado un par de mulas y hacer un solo viaje al año, más o menos. E hicieron la mayor obra de ingeniería hidráulica de la historia antigua y casi reciente (en cuanto a su disponibilidad de medios), los canales, la ruina montium , los lavaderos... Y crearon ciudades para proteger los yacimientos y las vías de acceso. ¿Pues cuánto sacarían entonces los celtas a pico y pala? ¿Una bolsita?, ya que al parecer el yacimiento lo explotaron antes los nativos. Hablamos de los romanos que en todas las infraestructuras que hacían buscaban la máxima eficacia y rentabilidad Y ésta era su mina más importante en todo el noroeste de Iberia. En Las Médulas, en la década de los setenta, unos alemanes o ingleses, cuyo jefe se llamaba John, hicieron un montón de calicatas para determinar la concentración de oro, que aún se pueden ver dispersas por toda la cuenca aurífera y aledaños. Luego lo bajaban a un lavadero en las orillas del lago de Carucedo y extraían el polvo de oro. Yo, por entonces, ya visitaba Las Médulas para estudiar las aves, y acompañaba a mi padre que les hacía de transportista con una furgoneta Sava; y tengo aún el recuerdo de oírle comentar a este señor, alto y rubio, que la concentración actual era de 1 gramo de oro por tonelada de conglomerados de aluvión, y supongo que los romanos localizaron unas vetas mejores... Incluso a esta concentración y, según el movimiento de tierras que realizaron los romanos, a decir de muchos estudiosos debieron sacar más de 500.000 kilos de oro. Y eso tirando por lo bajo, según eran los romanos. Ya David Gustavo López, uno de los primeros divulgadores de la zona, en su libro Las Médulas , al que calificaba como «un empeño por cubrir el vacío existente en torno a este insólito paraje de la comarca berciana» Ed. Nebrija 1980; apuntaba casi a las mil toneladas de extracción. Puede que lo de los 5.000 kilos sea un error periodístico, y no se refieran a la extra cción total, sino a la anual de la época, más acorde con el sentido común y los datos de otros ensayos divulgativos sobre Las Médulas, que ahora proliferan Y que conste que la novela de Matilde Asensi no la tengo en cuenta. Dada la importancia histórica, cultural, social y turística que tienen ahora Las Médulas, quizá se requeriría un foro de debate y un trabajo serio y multidisciplinar, sobre su origen, historia, trabajos realizados, esclavos o asalariados, etcétera, para poder ofrecer a los visitantes informaciones creíbles, y no tan dispares. Alfonso Fernández Pacios (Carucedo).