Sinn Fein y Batasuna

SE MUEVE Batasuna, el brazo sociopolítico de ETA, en estas largas vísperas electorales sin la menor intención, en apariencia al menos, de condenar el terrorismo y pedir a la banda, a la que debe por ahora acatamiento, el cese definitivo de la violencia. Y en esta circunstancia llega a Madrid, primera escala de un viaje que prolongará a Barcelona y Bilbao, Gerry Adams, dirigente del Sinn Fein, el partido que en Irlanda del Norte viene siendo desde hace décadas el escaparate político del IRA y representa a un sector voluminoso de la población católica. En Irlanda del Norte actualmente se encuentra a muy bajo nivel, el proceso de paz entre el IRA, que actúa más o menos razonablemente en nombre de los católicos, y sus dos adversarios: Londres y el terrorismo protestante, del que Ian Paisley, un intolerante clérigo anglicano, partidario de la vinculación de Irlanda del Norte a Gran Bretaña, se distancia por imperativo moral. Se persigue, pues, una paz a tres bandas. El terrorismo protestante debe sellarla con el IRA, y viceversa, y el IRA, además, con Londres, cuyo Gobierno conserva la potestad de conceder o retirar a Irlanda del Norte una modesta autonomía y cierto autogobierno. Gerry Adams viene a España para lanzar su último libro, en el que explica la complejidad de la paz irlandesa, y de las entrevistas que ayer concedió a emisoras de radio no se desprendía la menor similitud entre la situación norirlandesa y la vasca, ni entre el Sinn Fein y Batasuna, ni entre el Gobierno de Londres y el de Madrid. En el País Vasco no hay división confesional, mientras que en Euskadi sería difícil descubrir si el nacionalismo, con su carlismo reminiscente, es más católico que el sector constitucionalista, o viceversa. No se abre una vía irlandesa para la paz en Euskadi, a no ser la del deseo de conseguirla. Reconoce Gerry Adams lo difícil que es alcanzar la paz, tras cualquier guerra, sin que existan guerras buenas ni motivos buenos para iniciarlas, y se mostró muy cauteloso sobre el País Vasco, por ser consciente de lo mucho que han sufrido muchos españoles. Adams envió a Batasuna un mensaje muy claro, al decir que lo que el Sinn Fein había hecho por la paz fue convencer al IRA de que renunciara a la guerra y guardara sus armas. La lección parecía destinada a Batasuna, a la que precisamente ayer advirtió meridianamente el Fiscal General del Estado, Conde Pumpido, de que el Estado considera intolerable que se presente a las elecciones, porque «se trata de una organización que pretende intervenir en el proceso electoral llevando una metralleta en los brazos». Tal vez pudo ahorrarse el fiscal esa metáfora, pero si la empleó para hacerse entender, lo consiguió plenamente.