AQUÍ Y AHORA
Formas de negociar
CUANTO más arrinconada se encuentra ETA, más peligrosa resulta, y no hace falta pasarse las mañanas por el ministerio de Interior para intuir que su sentido de la diplomacia les urge tener unos cuantos cadáveres encima de la mesa, porque es su único activo. Los etarras están muy optimistas por el paso de Gerry Adams por estos lares, como si el País Vasco fuera un estado, parte de cuyo suelo ha sido invadido por otro estado que, a su vez, tiene otra religión. Puede que no comprendan que la situación es otra, pero lo que está claro es que Gerry Adams lleva la batuta y los «soldados» del IRA obedecen, mientras que aquí son los terroristas los que marcan las pautas y las Batasunas camaleónicas de turno las que inclinan la cabeza. Amén de esa notable diferencia, tampoco estaría mal comprobar que, después de tantos años de terror, Irlanda del Norte está a punto de conseguir una especie de autonomía, que viene a ser la décima parte de las co mpetencias que tienen hoy Murcia o La Rioja. ¿Hacían falta tantos cadáveres, tanto luto y tanto dolor para llegar a algo que se podría haber conseguido sin un solo muerto?. Pero pedir que reflexione un individuo que está convencido de que es un soldado en una guerra patriótica es tan inútil como pedirle silencio a los cañones. Entre la rendición total y el armisticio, ETA empieza a inclinarse por el armisticio, pero cree que para aceptar las condiciones de la retirada definitiva debe estar en condiciones de mostrar su poderío, y su poderío siempre lo ha medido por el número de ataúdes que es capaz de promover. Es su forma de negociar.