Dedicaciones exclusivas

EL VICEPORTAVOZ socialista en el Ayuntamiento de León, Ibán García, ha reclamado a Mario Amilivia su dimisión: no como alcalde, sino como senador. Argumenta que sus obligaciones en la Cámara Alta le exigen, al menos, pasar tres días semanales en Madrid. Es una distracción excesiva, habida cuenta de las necesidades del Consistorio leonés. Tal y como está configurada en la actualidad la relación de fuerzas en el Senado, en esta legislatura se requiere la presencia de todos los componentes políticos. Una o dos ausencias pueden transformar en éxito o fracasao cualquier iniciativa. Tiene razón Ibán García. Y sin entrar en los asuntos económicos derivados de disfrutar de ingresos por varios puestos, lo cierto es que el Ayuntamiento de León merece y necesita un alcalde con dedicación exclusiva, y por tanto, la situación de Mario Amilivia puede hacerse insostenible y tendrá que optar por uno de los dos cargos que actualmente ostenta. Así debería ser, pero no lo verán nuestros ojos. Al concejal socialista le ha contestado el popular Francisco Saurina, recordándole que en la misma situación está el corregidor de San Andrés del Rabanedo, secretario provincial del PSOE y senador.También tiene razón el edil del PP. En el PSOE debe aplicarse la misma receta que exigen al PP. El municipio de San Andrés del Rabanedo, tercero de la provincia y el que más crece cada año, también merece un alcalde con dedicación exclusiva. No son casos exclusivos en la política leonesa. Hay más. Ahí está el del corregidor de Camponaraya, Antonio Canedo, también senador, aunque los electores leoneses apenas le conozcan en esta faceta. Es muy posible que la también senadora Ana Luisa Durán acceda en fechas próximas a la alcaldía que dejó vacante el dimisionario Ángel Crespo en Villablino, un ayuntamiento que igualmente necesita la dedicación exclusiva del corregidor. Lo escrito «ut supra» viene a poner de relieve la necesidad de coherencia en los partidos políticos para no repetir los malos ejemplos del tránsfuga Rodríguez de Francisco en la UPL acumulando cargos. Eso por un lado. Por otro, impone la necesidad de rigor a la hora de elaborar las listas que se proponen en las elecciones, en la que el primer criterio ha de ser la capacidad del candidato para desempeñar el puesto. Pero echemos la vista, otra vez, al referéndum sobre el Tradado de la Constitución Europea. Ha pasado relativamente desapercibido que en las comunidades autónomas en que el «no» tuvo mayor porcentaje fueron Cataluña, el País Vasco y Navarra. Las tres más ricas del país. El sí mayoritario, por el contrario, se dio en Extremadura, Canarias y Galicia. Sociológicamente se escenificó la serie «Hombre rico, hombre pobre». El «no» logró sus mejores resultados en las más ricas e insolidarias fiscalmente. Debe aplicarse la lección Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, por coherencia, cuando pide -y tiene razón- que no se exhiban balances fiscales entre comunidades autónomas. Y por eso mismo, también debe recordarle a su consejero de Presidencia, Alfonso Fernández Mañueco, la campaña penosa y descafeinada que hizo sobre el referéndum. En el pueblo salmantino en que ejerce de corregidor su padre, los noes crecieron más que los níscalos. Muy significativo.