LA VELETA
Sensación de chapuza
DESPUÉS de la reciente visita de la delegación del Comité Olímpico Internacional que visitó en Madrid las instalaciones y repasó los planes de las obras pendientes de la candidatura olímpica, había quedado una impresión feliz: casi todo estaba en su sitio, se había dado la impresión de que todo estaba razonablemente en marcha e incluso se habían recibido numerosos elogios. El nuestro parecía un país en satisfactorio y creciente grado de progreso, en disposición para ser mostrado al mundo. Luego se han producido algunos hechos menos complacientes: primero, el atentado con coche bomba de ETA en un lugar y en un momento especialmente delicados. En Ifema estaba programada la llegada, horas más tarde, del Rey y del Presidente mejicano para inaugurar la Exposición Arco. Y pocos días más tarde, ardía un rascacielos en Madrid. Todo es explicable, posiblemente. Es cuestión de mala suerte o de mala intención, según los casos y según se prefiera ver. No es improbable que la banda terrorista ETA, que muy repetidamente atacó en zonas turísticas, esté particularmente interesada en «hacerse valer» contra los propósitos de exhibición que significarían unos Juegos Olímpicos con sede en Madrid. Más inimaginable es que pueda arder como lo hizo uno de los grandes edificios de Madrid. Muy poco se tardó en producir el correspondiente chiste: ¿Cómo podría negarse el COI a otorgar la sede olímpica a Madrid con la grandísima antorcha que, a modo de homenaje, le había encendido el alcalde de la capital? Desde luego, no había sido el alcalde el causante de espectacular incendio que, a su vez, dejaba al descubierto un sinfín de grandísimas carencias: está en reparación la escalera de bomberos capaz de atajar fuegos que se produzcan a alturas superiores a los 50 metros. Pero, en los días siguientes, han ido apareciendo tal cantidad de incógnitas y de misterios que «todo es posible en el Windsor». Pero hay más datos que se suman a esa gran impresión de gran chapuza: las obras del túnel del Metro barcelonés que causan el derrumbe de varios edificios, para descubrirse que se cambiaron los planos de obras en una conversación de unos técnicos y políticos, sin la pertinente aprobación previa de los correspondientes proyectos, que «alguien» estaba «ahorrando» hormigón... Y este miércoles, por causa de la nieve, el espectacular caos circulatorio en muchísimas carreteras y la paralización durante horas de los aeropuertos de Madrid y Barcelona. Y cuando nieva en Canadá, o en Dinamarca, que es algo que sucede a menudo, ¿cómo se resuelve la papeleta? Y mientras tanto, los políticos discuten sobre participación en el referéndum.