Leñeros

MANUEL LAMELAS Viloria quiere que se reparta más leña. Próspero empresario del sector energético, presidente de la Cámara de Comercio, vicepresidente de la Fele, padre de la ya exconcejala del PP Marina Lamelas, casada con Ignacio Tejera, éste último aglutinador del grupo de constructores reunidos en la sociedad Agelco y representante del sector más boyante de la economía leonesa en la Fele, a su vez pieza fundamental en la promoción urbanística de La Lastra, con mando en plaza del deporte leonés, balompédico y baloncestístico en calidad de consejero, y partícipe igualmente en el impulso de la renacida Lagun Air... demanda a los periodistas más estopa. Este berciano de pro, procedente del carbón y hoy también con crecientes intereses en la energía eólica, cree que la sociedad leonesa está dormida, que los políticos no se mueven y que en parte es consecuencia del conformismo de los medios de comunicación. En consecuencia, ha pedido a los periodistas que demos «más leña», cabe suponer que a diestra y a siniestra. Habrá que convenir que acertadamente Lamelas Viloria entiende el papel de los medios de comunicación como la conciencia crítica del poder y de aquellas instancias e instituciones con capacidad para determinar el rumbo de la sociedad. Este sorprendente, por inusual, llamamiento del también vicepresidente de la Fele a la contienda, se produjo al término de una comida del estaff directivo de la patronal leonesa con los medios de comunicación de la provincia. Aldabonazo sobre las conciencias de los medios de comunicación que vino precedido de un lamento y de una invocación al compromiso. La defensa de la minería fue el toque de rebato, como cabía esperar, con varios mojones para definir el no pasarán: tutela de la Administración frente al poder de las compañías eléctricas, mantener la actual producción de seis millones de toneladas de carbón y no restar el cuatro por ciento de las ayudas actualmente concedidas. Por ese camino, compartido sin duda por la sociedad leonesa, discurre la obviedad. El resto de los acreedores a la leña deberían de ser precisados con mayor claridad, so pena de obligar a los periodistas al arriesgado ejercicio de detectarlos por el dudoso método del descarte, en atención a los intereses de quien con tanto entusiasmo reclama más madera. Curiosamente, la arenga final del vicepresidente llegó precedida de un análisis optimista del presidente de la Fele, Fernández Lobato, sobre el presente y el futuro de la economía leonesa. El representante de la patronal se mostró satisfecho por el cumplimiento y el calendario de las obras de infraestructura y precisó que León es actualmente una zona interesante para invertir. El cumplimiento del Plan Oeste por parte del Gobierno, junto a los polígonos industriales en marcha, pueden convertir a León en lugar de «referencia». En los últimos once meses en León fueron creadas 876 empresas, lo que supone un 11 por ciento más que la media del resto de España y un seis por ciento más que en Castilla y León. El número de ocupados ha crecido en siete mil, aunque curiosamente también ha aumentado el paro como consecuencia del incremento de la población activa. Una visión positiva que contrasta con la que ofrece la otra organización empresarial de la provincia, el Círculo Empresarial Leonés. Una encuesta realizada por el CEL entre empresarios arroja unos índices de confianza desalentadores. El 62% de los encuestados no ve atractivos para invertir en León, una cifra de desaliento superior a la registrada hace un año. El dato es significativo, porque demuestra que al menos entre los empresarios entrevistados por el CEL no existe mucha confianza en las promesas de Zapatero. Y resulta más sorprende aún si se tiene en cuenta que el mayor nivel de insatisfacción se registra entre los constructores, precisamente el colectivo más boyante y el que sin duda mayores beneficios está obteniendo. Lo que parece también evidente es que la Fele y el CEL no consultaron a las mismas personas para elaborar sus conclusiones. Tal vez sea que también a los últimos les pierde la impaciencia. Pronto se cumplirá un año del triunfo socialista en las urnas y diez meses desde la constitución del Gobierno que preside el paisano Rodríguez Zapatero. Para muchas personas, demasiado tiempo ya en atención a los resultados hasta ahora obtenidos en León. Para otros, apenas un suspiro que no permite hacer balances sobre la grandiosidad que a esta provincia le espera. Y entre tanto, otros, en su ansiedad, ven y registran ya promesas incumplidas. La más llamativa, el papel mojado sobre la recuperación del ferrocarril de La Plata (Astorga-Salamanca). Una promesa electoral que no tiene refrendo escrito en el Plan Estratégico de Infraestructuras Terrestres que el Gobierno ha sometido a información pública esta semana. Un portavoz del Ministerio de Fomento confirma que, efectivamente, en el mapa de los planes previstos hasta el año 2020 nada de lo esperado existe. Los portavoces socialistas en Castilla y León replican al Ministerio y afirman que hay una partida global, que no especifica obras y que, en consecuencia, también contempla la olvidada. No cuela. Mejor sería que el plan que definitivamente se apruebe, después de la tramitación en curso, contemple de forma específica el qué, el cómo, el cuándo y con cuánto. Todo lo demás no existe. León no se merece otra escuela de pilotos... Desde La Moncloa el tiempo transcurrido se ve de otra forma. Desde allí se anuncia la próxima construcción del Centro de Atletismo de Alto Rendimiento y se recomienda al periodista que exija con el mismo ahínco a la Junta de Castilla y León, porque el gobierno autonómico «no ha hecho nada en veinte años», un tiempo casi infinito comparado con los diez meses de la hégira socialista.. «¿Dime, qué ha hecho la Junta en León, a ver, detalla, y son veinte años, digo yo que habrán tenido tiempo de hacer algo, no?», prosigue la voz monclovita al otro lado del teléfono en su afán por enfrentar balances tan dispares en el tiempo. El periodista, que seguramente no esperaba requerimiento tan enérgico, calla, no se le ocurre nada... La falta de respuesta se mezcla con reflexiones sobre la última noticia leída. Los portavoces de los tres grupos políticos con representación en las Cortes de Fuensaldaña, PP, PSOE y UPL, están de acuerdo en pedir el máximo de competencias para la Comunidad, se sobreentiende que en el marco de la Constitución. Tampoco es cuestión de ponerse a la altura de los vascos, habrán pensado estos próceres politicos de la tierra. Tal vez ahí esté el quid de la cuestión, en las competencias. ¿O no? Confusión que se suma a unos extraños encuentros en Valladolid, lugar donde el hermetismo político abulta la burbuja del galopante centralismo regional. Alguien preparó un encuentro del presidente Herrera con los medios de comunicación. Se supone que para hablar de la Comunidad... Sólo Valladolid. El resto de las provincias no cuentan. Seguramente tampoco importan. Es un síntoma, todavía no es la enfermedad. Pero con estos fríos....