TRIBUNA
Eria y Duerna, a la espera
QUÉ ESTARÁ pasando en esta provincia nuestra para que últimamente se apunten al carro de las reivindicaciones tanto el PP como la UPL en asuntos como los proyectos de regulación de los ríos Eria y Duerna. Comienza el PSOE aprobando una resolución en su último congreso provincial, por unanimidad de los presentes, que eran todos los socialistas de esta provincia allí representados por sus compromisarios. En aquella moción -mes de julio del 2004-, se instaba al Gobierno central a urgir la ejecución de ambos proyectos por ser de utilidad pública, de interés general y de necesidad inaplazable, y esto es algo coherente, pues desde hace ya muchos años que esta es una reivindicación de los socialistas leoneses e incluso de los que ejercen la representación en las Cortes de Castilla y León. Hay que recordar que, pasado el verano del 2004, los socialistas leoneses se pronunciaron de nuevo en las propias comarcas afectadas haciendo hincapié en la imperiosa necesidad de acometer estos proyectos, por una cuestión puramente de extrema necesidad. Se necesita regular el río para evitar más daños por las impenitentes riadas que, año tras año, arruinan propiedades públicas y privadas. También para garantizar un caudal ecológico que haga posible que el río mantenga suficiente agua durante el verano a fin de mantener la flora y la fauna que le son propios. Se necesita asimismo la ejecución de ambos proyectos para poder garantizar el abastecimiento de agua a las diferentes poblaciones que se asientan en sus riberas desde Cabrera hasta Benavente, además se hace necesario consolidar las extensiones de regadío ya existentes e improductivas por falta de agua. Desde cualquiera de las esferas de los socialistas leoneses se ha pedido y se seguirá pidiendo que se ejecuten los proyectos citados y que se empiece cuanto antes sea posible con el Eria por ser el más avanzado en cuanto a los trámites previos a su construcción y sólo a falta de financiación. Y dicho lo anterior, recordar al Partido Popular que durante siete años de Gobierno fueron rechazadas de forma sistemática, año tras año, todas y cada una de las enmiendas presentadas por los parlamentarios socialistas a los Presupuestos Generales del Estado, encaminadas a dotar de dotación económica a estos proyectos sin que se diese explicación alguna a los ciudadanos de esta provincia a pesar de ser estas cuencas afectadas un feudo del Partido Popular. Es necesario ser coherentes y rigurosos y no utilizar la demagogia en asuntos como éstos que afectan a tantos ciudadanos. Bienvenidos todos a esta reivindicación, bienvenidos también los de la Unión del Pueblo Leonés ya que, al parecer, y según informaciones periodísticas, su secretario general señor Joaquín Otero, está dispuesto a cursar instrucciones a los suyos para que en aquellas instituciones donde tengan representación promuevan una campaña a favor de la ejecución de estos proyectos. Si de verdad, el Partido Socialista de León, el Partido Popular y la Unión del Pueblo Leonés, están a favor de ambas obras, les sugiero que las tres formaciones políticas que ostentan la representación mayoritaria de la provincia de León se pongan de acuerdo para ver si, de una vez por todas, somos capaces de sacar adelante estos proyectos que duermen el sueño de las tomaduras de pelo que, desgraciadamente, algunos irresponsables políticos practican con demasiada frecuencia engañando a los pobladores de aquellos lugares que al tener un número de votos apenas significativo, les resulta gratis el engaño y la burla. Ahora que las tres formaciones políticas con representación en ayuntamientos, Diputación, Cortes de Castilla y León, Congreso de los Diputados y Senado parece que están de acuerdo en la necesidad de acometer la regulación de estos ríos, demuestran que son los defensores de nuestros intereses y que de verdad son merecedores de nuestra confianza. Lo de menos es de quién fue la idea, lo importante para los habitantes de estas zonas es que el problema se resuelva de forma urgente y sin utilizar argumentos o elementos dilatorios y tramposos. Si el proyecto del Eria necesita alguna adaptación, por favor hágase ya, y si el del Duerna necesita un empuje, dénselo también. Pero, por favor, dejen de marear la perdiz, pues obras son amores y los demás no deja de ser otra cosa que confundir a los moradores de estas cuencas.