A CAMPAÑA TAÑIDA
Al día siguiente
SEGUNDA parte de la ficción. Vuelven a la sala en la que nunca entra la luz del sol aquéllos que, meses antes, habían decidido hacer lo necesario para echar a Aznar y a su gobierno. Paso a paso, han seguido el desarrollo de la acción de Madrid. Comentan. Nos hemos cargado a Aznar. Bueno, la verdad es que él no se presentaba a las elecciones ¿Quién era su candidato? Creo que se llama Rajoy. Pues no podrá formar gobierno, han perdido casi cuarenta escaños y se ha producido el vuelco electoral, como nosotros pretendíamos. Sí, la verdad es que nuestro plan se desarrolló mejor de lo que habíamos previsto. Al principio, todos creían que fueron los de la ETA. Incluso cuando Al Qaida reivindicó el atentado, el Gobierno no se lo creyó y durante todo el día siguió insistiendo en que fue ETA. La secuencia salió perfecta: el jueves, estupor y conmoción por los trenes volados. El viernes fue el día de la sospecha de que el gobierno mentía. Y el sábado esa sensación fue creciendo, hasta el punto de que la gente se concentró ante las sedes del partido de Aznar, llamándoles de todo. Incluso hubo un socialista, no recuerdo su nombre, que salió en televisión el sábado, diciendo que el gobierno mentía y que no se podía votar a un gobierno así. Cuando la autoría islamista se hizo incontestable, era gracioso ver la cantidad de ruedas de prensa que dieron para contar el curso las investigaciones. Sí, pero la cosa era imparable, los medios hostiles al gobierno ridiculizaron todo ese esfuerzo, y consiguieron que calase eso de la ocultación deliberada de que los autores eran islamistas. Un torpedo en toda la línea de flotación, ¿eh? Sí, ya habíamos dicho que la propaganda era más importante que la acción en sí. El día de las elecciones fueron a votar, indignados, muchos que en otras circunstancias se hubieran quedado en casa. Eso fue decisivo. ¿Quién va a ser el próximo jefe del Gobierno de España? Un socialista joven, se llama Zapatero. Pues le ha caído la lotería. En realidad, los que hemos ganado somos nosotros. Sí, los socialistas no tienen mayoría absoluta, tendrán que pactar con los comunistas y con los separatistas. Un Gobierno débil es lo que más nos conviene. No podrá hacer su propia política exterior, tendrá que apoyarse en los grandes de Europa, como debe ser y como no quiso hacer Aznar. Además, estarán muy ocupados deshaciendo lo de los anteriores y no querrán hacerse demasiadas preguntas. La verdad es que los socialistas, sin saberlo ellos, han sido nuestro mejor instrumento. Desde luego, porque cuando las bombas vieron su oportunidad y la aprovecharon. Ya, pero sobre todo, porque ahora España irá al paso que le marquen. Se acabó un nuevo país fuerte en el Mediterráneo, al menos por ahora. Es lo bueno de nuestro trabajo, siempre es por ahora, no se acaba nunca. Pues sí, pero esta partida la hemos ganado y no era fácil. Y si esto no ocurrió de verdad, pudo muy bien haber ocurrido. Un apunte menos sombrío: Amilivia anuncia su candidatura a la alcaldía. No será el momento o sí, ya que lo ha hecho Fernández. Lo importante es que cuenta con el apoyo del partido. Las cosas no solo requieren ilusión y competencia, también deben prepararse con tiempo.