Merecidísimo homenaje

SANTIAGO Carrillo, que acaba de cumplir noventa años, ha recibido un caluroso y multitudinario homenaje de la clase política y periodística. Pocos protagonistas de la transición hicieron tanto a favor de la democracia y de la convivencia entre españoles. El líder entonces del PCE realizó un visionario ejercicio de realismo, entendió que había que eludir nuevas confrontaciones y que resultaba indispensable realizar importantes renuncias. Adoptó la bandera rojigualda, aceptó la Monarquía y, en momentos dramáticos, encabezó el civismo de sus correligionarios, que se comportaron modélicamente ante la provocación fascista. Si Carrillo no hubiera tenido aquel sólido sentido del Estado, probablemente el advenimiento de la democracia hubiera sido mucho más difícil.