EL BALCÓN DEL PUEBLO
Remontada memorable
CIERRO hoy los cuarterones de este balcón con un «hasta pronto». Una semana de silencio ayuda a cuidar la voz del mensajero. También oxigena la fidelidad de sus lectores. Y cierro los cuarterones antes de abrirse la cita pagana con el entierro de Generín, pellejero, bebedor y desarrapado. Murió aplastado por un camión de la basura en el 29 y fue glorificado por el más grande poeta apócrifo que dio León en el siglo XX: Francisco Pérez Herrero. Cuando escribo no ha comenzado la orgía de orujo y desenfreno en el Barrio Húmedo. Tampoco se ha iniciado el rito de fe de La Ronda ante el viejo Consistorio que apadrina la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Antaño se daban cita -24 horas en punto- ante el Gobierno Civil. La voz inconfundible y atiplada de Agustín Nogal llamaba a la oración y desperazaba a los cofrades: «Levantaos, hermanitos de Jesús, que ya es hora». Anoche también sonaron la esquila, el clarín y el tambor. La voz la puso otro hermano. Y el recorrido fue el mismo. Tampoco a esta hora del «hasta pronto» se ha iniciado el Freakland Festival en Ponferrada, tres días de rock y decibelios. Sólo están activos los 23 corros de chapas de la provincia autorizados por la Junta, aunque se multiplique la cifra con los clandestinos: «A cara, o lises, va la mano», mientras riegan de euros el mosaico o el parqué. Pero antes de sellar mi ventanal, quiero, a modo de homenaje, destacar la continua labor de la Policía y Guardia Civil. Sus actuaciones últimas, además de numerosas, son inéditas. En primer lugar, han seguido desenredando y desentrañando la trama del 11-M. Hoy sobemos más sobre el terrorismo islamista que cualquier otro país europeo y, sobre todo, mucho más que el 11-M de hace un año, cuando España fue un río de lágrimas, y ese peligro había sido minusvalorado por el Gobierno anterior. También ha continuado su labor contra el terrorismo etarra, con un rosario continuo de detenciones, las últimas en estos mismos días, en Francia y en España. A la vez, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están llevando a cabo operaciones antes impensables. Como ejemplos, estos botones: Ahí está la desarticulación de la mayor red de pedofilia de Europa, la de falsificación de euros y, sobre todo, la más novedosa de todas: la liquidación de la red de blanqueo de dinero con base en Marbella, la denominada operación «Ballena Blanca». Un tipo de delitos ante los que otros preferían mirar para otro lado. La obstrucción al blanqueo de dinero es la prueba fehaciente de que se combate a las mafias, y a la vez, la causa de que éstas dejen de tener interés en establecerse en España. Todo el que piense con dos dedos de frente sabe que eso es importantísimo a medio plazo. Es necesaria su erradicación antes de que infecten a los aparatos del Estado y al cuerpo social. Como todo lo anterior es cierto, resulta coherente, según recientes encuestas, que el ministro que más ha crecido en valoración sea el diputado por León y titular de la cartera de Interior, el magistrado José Antonio Alonso. Los leoneses debemos congratularnos doblemente. No es el más valorado, porque ahí están Fernández de la Vega, Bono y Solbes. Ya eran mucho más conocidos, pero José Antonio Alonso está haciendo una remontada memorable.