Cerrar
Publicado por
FERNANDO ONEGA
León

Creado:

Actualizado:

AMIGOS, muy amiguiños, pero a vaquiña polo que vale. Ese viejo principio pragmático-filosófico-religioso de los gallegos es el que mejor define las relaciones de los empresarios con los gobiernos. Así que se emocionan poco con los colores políticos de los ministros y van a lo suyo, que es la perspectiva de negocio. Durante los anteriores ocho años, parecía que no había un español más partidario de Aznar que don José María Cuevas. Pero pasó lo que pasó, y ese veterano, sabio y resabiado señor que lleva veinte años presidiendo la CEOE tampoco le hace ascos a Zapatero. No es que se quieran, que esos son sentimientos demasiado íntimos para andarlos contando por ahí, pero se hacen muy bien el paripé. Según la tradición oral, se preguntan a menudo si «en tu casa o en la mía», y se reparten el escenario. Cuevas va mucho a La Moncloa, incluso más que Carod-Rovira, y este martes, una vez bendecido por Blázquez, Zapatero acudió a la sede de la patronal a almorzar ensalada de salmón y solomillo. La foto de la calle ha resultado muy expresiva: Zapatero posa como un vaquero del oeste, y Cuevas le conduce o le sostiene por detrás. Cuevas siempre aparece por detrás de los jefes de gobierno, sin que se note. En este caso, o es el conductor de la política económica, o ayuda a Zapatero a mantenerse. Me vale cualquiera de las dos interpretaciones. Lo que importa es saber si los grandes empresarios que les acompañaron en el almuerzo salieron satisfechos. Si esos señores sonríen, es que no tienen nostalgia de Aznar. Y, si no tienen nostalgia de Aznar, no hay por qué desestabilizar al sucesor. Y parece que no hubo broncas. Muchas preguntas inquietas, pero sin bronca. Vieron un presidente muy «salao», que confía en el presente y en el futuro y no va de rojo por la vida, que de eso se trata. No asusta, ni anuncia grandes reformas económicas, ni va a meter mano en los beneficios. Podrá casar a los gays, pero es altamente conservador en la cosa empresarial. Y encima, se hace acompañar de Solbes, que luce una parsimonia propia de consejero de multinacional y transmite la serenidad de un asesor financiero en tiempos de bonanza del mercado. Quedemos, pues, tranquilos por esta temporada. Va a discutirse mucho eso del «contrato por obra». Inquieta bastante el panorama de las reformas políticas. Pero, en lo que se refiere a la caja, la vaquiña se valora en lo que vale y no asoma ningún intento de rebeldía de la llamada «derecha económica». Y todo eso, lo consigue Zapatero al mismo tiempo que gobierna con el apoyo de Izquierda Unida y Esquerra Republicana. Es decir, mirando la foto mencionada: tiene a Cuevas por detrás, y a Llamazares y Carod por delante. Mucho milagro, ¿no os parece?

Cargando contenidos...