Una Justicia escandalosa

HACE SIETE años, la ciudadanía de este país se indignó con todo fundamento porque un conjunto de empresarios, propietarios de dieciséis gasolineras, había organizado un colosal fraude con el que estafó a decenas de miles de consumidores. El desenlace de este asunto -pactaron sus multas- es escandaloso y constituye una invitación al fraude contra los consumidores y al delito de guante blanco. La Justicia tiene plenamente merecido el descrédito que arrastra en este país.