Ecuador, desgarrado

LA CRISIS que vive ecuador pone de manifiesto la inconsistencia de un régimen democrático poco asentado, con ninguna transparencia y con una galopante corrupción, que contribuye al empobrecimiento de unas masas que hace tiempo que dejaron de creer en su clase política. Por fortuna, la inestabilidad de estos países ya no se resuelve habitualmente por el procedimiento de la cuartelada -lo sucedido décadas pasadas en Chile y Argentina ha servido de eficaz «vacuna»-, pero es manifiesto que resulta muy difícil el desarrollo de esas repúblicas hermanas en las que pequeñas oligarquías siguen poniendo y quitando presidentes por el procedimiento de manipular a unos partidos débiles y burocratizados.