Diario de León

A CAMPANA TAÑIDA

Hutóng made in Trujillo

Publicado por
FERNANDO DE ARVIZU
León

Creado:

Actualizado:

LA MINISTRA de la Vivienda, señoraTrujillo, nunca deja de sorprender al personal. Primero fue la promesa electoral de construir 180.000 viviendas. Luego fue ese número pero de algo nuevo, llamado «soluciones habitacionales», que nadie sabía muy bien lo que significaba, aunque el personal ya entendía que era algo distinto del piso y desde luego, de mucha menor entidad. Pues bien, por fin la ministra ha levantado un poco el velo del misterio y se nos ha descolgado con la construcción de miniapartamentos de 25 a 30 metros cuadrados. Al día siguiente aclaró la cosa algo más, no se sabe si rectificando o abundando en lo dicho: se trataría de viviendas destinadas a los jóvenes, que se ofrecerían en alquiler. Parece que el modelo habitacional de la ministra, según ella misma confesó, era el del Chile de Allende. No hace falta ir muy lejos para saber que ese modelo seguía el cubano de Castro, quien a su vez era deudor del soviético de Breznev. Bueno, pues ahora parece que se ha inspirado en algo distinto, que es el modelo de hutóng, que existe profusamente en el Pekín actual, así como seguramente en otras ciudades de China. Expliquemos el invento. Los chinos son muchos, muchísimos. Sus ciudades son muy populosas. Pekín tiene de 11 a 17 millones de habitantes, según las fuentes. Y si bien ahora se arrasan barrios enteros para construir edificios modernos y de un lujo impactante, de cara a las Olimpiadas del 2008, no lo es menos que los chinos habían alumbrado una forma particular de urbanismo, conocida como los hutóng. Esta palabra significa callejón, pero no expresa bien lo que quiere decirse. Imagínense una extensión equivalente a cualquiera de las manzanas de las ciudades europeas. Esa manzana está circundada por un muro indefectiblemente gris, sin otras aberturas al exterior -siempre un estrecho callejón- que las puertas. Estas dan a un dédalo de casas de planta baja, a lo más de una sola altura, que discurren por un verdadero laberinto de callejas interiores, que pueden abarcarse con los brazos extendidos. Uno se pierde dentro de un hutóng si no tiene guía. Las casas están habitadas por familias. Los servicios higiénicos son comunes. Algunos privilegiados tienen patio. Es un decir, porque se trata de una extensión de 4 a 9 metros cuadrados, donde crece algún bambú y muchas veces no hay nada. Los habitáculos son exiguos hasta la mínima expresión, verdaderas soluciones habitacionales. Pero tienen la ventaja de que son un islote de silencio y quietud en medio del ajetreo de la ciudad. Algunos pekineses ricos, que haberlos háylos, compran 2 ó 3 casitas para hacerse una más grande, con las comodidades modernas. Y es que en esto de la vivienda, está todo inventado. Lo que ocurre es que en Pekín hay todavía muchos hutóng porque hay mucha gente, pero es una solución habitacional en franca regresión. La ministra quiere ahora vendernos su idea del hutóng como si fuera un hallazgo. Pues no, es bien poco original. Pero las cuentas salen. Si un miniapartamento vale, por ejemplo 6 millones de pesetas, y se construyen cien en un bloque, son seiscientos millones a la venta. Si hay que vender pisos de 90 metros por veinte millones, en cada bloque no caben cien, sino a lo mejor quince: la cosa es menos rentable, basta multiplicar.

tracking