No le salen las cuentas

LOS SOCIALISTAS vascos no se lo van a poner fácil a Ibarretxe. Ayer inició el ledakari en funciones su ronda de contactos con los grupos del nuevo Parlamento de Vitoria, aún no constituido, para sondear actitudes de predisposición o repulsa a un nuevo gobierno tripartito, copia del anterior, pero en inferioridad ahora de condiciones respecto a la suma de los escaños constitucionalistas. Le falta un diputado a la coalición PNV/EA, más EB (rama vasca de IU), para igualar los treinta y tres del PP y el PSE-PSOE. El primer contacto de Ibarretxe ha sido con el socialista Patxi López, quien parece decidido a disputarle la Lendakaritza al cabeza de lista de la coalición PNV/EA si éste no consiguiera una mayoría suficiente para su investidura. Mañana termina Ibarretxe sus consultas, y a fines de semana sabremos si Aralar le ofrece su voto, lo es que tan probable como insuficiente. Un empate a 33 escaños con el tándem PP/PSE, a greñas en Madrid, no garantiza ni la investidura ni la gobernabilidad, a no ser que EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas) ofrezca al nacionalismo su nueve votos o un par de ellos, que a Ibarretxe le bastarían para iniciar una legislatura de previsible turbulencia. Pensaba ayer Patxi López iniciar la próxima semana sus propias consultas, iniciándolas obviamente con Ibarretxe y la popular María San Gil, antes de preguntarle a Madrazo, líder de Ezker Batua (IU), qué pinta un buen marxista apoyando a un nacionalismo conservador y olvidando las soflamas ideológicas de la Internacional. No parece que López vaya de momento a entrevistarse con las señoras que encabezaban las tres listas de EHAK. «Le he expresado (a Ibarretxe) claramente que no tiene mayoría, y que me presentaré seguramente como aspirante a la Lendakaritza», dijo ayer Patxi López. Si Aralar apoyase a Ibarretxe, la situación parlamentaria de Vitoria entraría en un callejón sin aparente salida, pero con la obligación de encontrar una salida real. Porque los votos EHAK no estarían de momento disponibles para nadie, por el temor a que una inclinación de sus escaños hacia las telarañas que desde el pasado día 17 envuelven el sueño soberanista de Ibarretxe ponga en marcha el procedimiento de ilegalización que ya había recaído en la anterior legislatura sobre los siete escaños del grupo que representaba a Batasuna. Un amplio sector de la sociedad vasca contempla con buenos ojos la solución de un Gobierno transversal entre PNV/EA y PSE-PSOE. Esa coalición protegería al PNV, y a su sector más pragmático, de la estrategia más radical de EA, y rompería obviamente siete años largos de frentismo político.