AL TRASLUZ
Otros son los peligros
LA FAMILIA está en peligro, nos advierten. En efecto, así es, pero no por el matrimonio homosexual, otras son las amenazas. A la familia hay que salvarla cada día, mediante amor, perdón y el empujoncito del milagro. ¿Está en peligro porque los homosexuales se casen? Los enemigos vienen de frentes más poderosos: la telebasura, el éxito fácil, la banalidad como valor, el estrés, el materialismo... fuerzas negativas que dificultan la convivencia y la educación. Este tipo de matrimonio no es un quinto jinete del Apocalipsis. ¿Por qué nadie piensa en esos padres, abuelos y hermanos que han aceptado algo para lo que quizá a priori no estaban preparados, y lo han hecho desde los valores más profundos? Para un homosexual no hay nada más doloroso que no ser aceptado por lo suyos. También ellos tienen vínculos de sangre. Lo he escrito antes, no me interesan esos juglares gais de la televisión, con sus aspavientos de locas. La homosexualidad es también una forma de hombría. Asimismo, desdeño cualquier ataque contra la iglesia basado en el mero anticlericalismo, no digamos en el odio. Y respeto la objeción de conciencia. La familia está amenazada, aunque quizá seamos nosotros mismos la amenaza. Confiemos en la gran trilogía -amor, perdón y milagro- que permite al clan sobrevivir y salvarse de sus propios naufragios. Se enconarán las posturas, se dañará a quien no lo merece. Entre otros, a esos familiares que sufrirán al ver demonizados a sus seres queridos, que temen por ellos. Me quedo con estas palabras del cardenal López Trujillo: «son personas que merecen nuestro amor, apoyo y ayuda». Sí, otros son los peligros.