Alto y claro

RODRIGO RATO, director gerente del FMI, no ha querido dramatizar, pero tampoco se ha dejado nada en el tintero. Como suele decirse se puede decir más alto, pero no más claro. Dice Rato que la economía mundial se está debilitando y que, si no se hace nada para corregir los desajustes que existen, la cosa puede ponerse peor, aumentar los riesgos. La lección es sabida por todos los gobiernos, los europeos y el norteamericano. El petróleo está muy caro, hay unos déficits excesivos, poco ahorro y un fuerte desempleo estructural. Las recetas para combatirlos también son conocidas. Lo que hay es poca voluntad política de hacerlo. En España, por ejemplo, que hace ya varios meses que las alarmas se han encendido por el comercio exterior, la balanza corriente no se ve como preocupación excesiva. Las empresas ya lo han dicho, las ventas se han resentido y lo van a seguir haciendo si no se toman algunas medidas, entre ellas, la rebaja del Impuesto de Sociedades o las cotizaciones sociales y apoyos y ayudas de todo tipo para hacer frente a la competencia en mejores condiciones. ¿Se lo van a tomar en serio? No lo sabemos. Pero la falta de iniciativas y la negativa de los sindicatos a negociar cualquier cosa que tenga que ver con una reforma en profundidad del mercado laboral, por ejemplo, están ahí y habrá que ver la capacidad de diálogo y talante que le pone a esto Rodríguez Zapatero. En fin, que las alarmas se han encendido, las causas se conocen y sólo hay que aplicar las recetas. Si no se hace nada, lo peor está por venir.