EN POCAS PALABRAS
El deportado imaginario
ENRIC MARCO, el exiliado más famoso de este país, supuesto activista republicano en la resistencia francesa y recluido por ello en el campo de concentración de Floseenburg hasta la liberación en 1945, presidente de la asociación Amical de Mauthausen, conferenciante y experto en el exilio republicano español, ha resultado ser un impostor. Marco, de 84 años, galardonado en 2001 con la Cruz de Sant Jordi «por toda una vida de lucha antifranquista y sindicalista», no salió de España tras la guerra civil y su rocambolesca biografía ha resultado ser íntegramente una patraña. Es arriesgado juzgar a un personaje así sin indagar profundamente en sus motivos, que son en apariencia inexplicables. En todo caso, el desenmascaramiento del tesonero engaño ya es el más severo castigo.