Impedir otro fracaso

MADRID ES LA CUNA de la política y del toreo. De casi todo. En el Parlamento continuaba ayer el Debate sobre el Etado de la Nación, con las intervenciones de los grupos menores -nunca residuales- y en la Monumental de Las Ventas se lidiaba la segunda corrida de la feria de San Isidro. Para festejo campesino, empezó a llover en León. El agua casi siempre bendice las sementeras. En el Parlamento los grupos políticos demostraron comprensión, solidaridad, acuerdos y programa para seguir adelante, en conexión con ZP. En Las Ventas, ignorante como soy de los cuernos, no sé cómo saldrá la segunda corrida de la feria. El estreno pudo ser trágico, con el pitón de un morlaco rebanando la garganta de un valiente. El tendido leonés del «Seis y medio» ha vuelto a La Solera. Sus comentarios son mágicos. Mucho más interesantres que los que escuchamos a sesudos columnistas sobre el debate político. En lo que coinciden es que jugador internacional de balonmano Juanín García sea el gran triunfador de la Gala del Deporte. Juanín es el más listo de la clase, el capitán del mejor club leonés de la historia, el muchacho que nos identifica: por garra, temperamento, magia y genialidad. Yo no he hablado nunca con este chaval. Sin embargo, cuando le veo marcar un gol de rosca, sólo se me ocurre vocear: «¡Olé, Juanín!». Debate sobre el estado de la nación, toros y gala del deporte no pueden, sin embargo, nublar uno de los tremendos conflictos sociolaborales que amenazan a León. Antibióticos está en crisis. Un asunto que ya pasa de castaño oscuro. Los últimos datos son dignos de una novela de ficción. Los trabajadores han ofertado quedarse con la empresa al precio simbólico de un euro. Majaderías. Supone un fraude de acreedores. Está muy bien para la galería ofertar que los trabajadores se queden con la empresa. Y que éstos entren al trapo. Patronal y parte social saben que es una «boutade». Ni puede, ni es posible, que prospere. Digo que la crisis de Antibióticos pasa ya de castaño oscuro. Lo reitero. No sólo por las técnicas a lo Corleone de la propietaria Sir Fidia, sino por la absoluta miopía de la Junta de Castilla y León, que ha entregado miles de millones -de las antiguas pesetas, por supuesto- de subvenciones sin que ahora tenga en su mano los instrumentos para mantener el futuro de la empresa y de sus puestos de trabajo. El consejero de Industria, Tomás Villanueva; el viceconsejero, Raimudo Torío, y la anterior consejera de Economía y Hacienda, Isabel Carrasco, tienen que explicar y comprometerse para que los italianos de Sir Fidia no cierren Antibióticos, despidiendo a cientos de trabajadores, y se queden con Vitatene, que les ha salido prácticamente por la cara. Gratis. Dado que recibieron los apoyos para montar Vitatene con la promesa de reflotar Antibióticos, el destino de las dos empresas debe seguir unido. Eso sí: con otros propietarios distintos a Sir Fidia. Lo único seguro es que León no se puede permitir otro fracaso industrial de las dimensiones de Antibióticos. Los responsables políticos han de tener claro que ya pueden presentar dimisiones si eso se produce.