Diario de León
Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

Creado:

Actualizado:

SÓLO UN SISTEMA métrico de altísima precisión moral nos diría qué es más grave: si traicionar a los muertos o a los vivos, y qué ofensa es mayor, si la de acusar a un vivo de traicionar a los vivos o a los muertos. La frase evangélica de que los muertos entierren a sus muertos no debe interpretarse como un menosprecio cristiano a ninguna víctima inocente sino como un estímulo de Jesús de Nazaret para que no se perdiera tiempo en seguir la senda que él iba marcando. En España, sin embargo, existe desde hace tiempo la costumbre de tirarse unos a otros sus muertos a la cabeza, y eso sigue en cierto modo en vigor, sobre todo cuando alguien se asoma a la reciente memoria histórica, pero debe ser absolutamente erradicado en el caso de las víctimas del terrorismo, porque no pertenecen exclusivamente a un bando ideológico, ni a un partido político, ni a un estamento determinado... sino que son una parte amputada a una sociedad identificada siempre con la víctima, fuera un militar, un guardia civil, un policía, un ingeniero, un estudiante, un periodista, un político, un niño, o varios niños en el mismo atentado, un juez o una jueza, un alto magistrado, un profesor universitario, un transeúnte anónimo, a cuyo nombre se rindieron doloridos honores sociales... No suele excusarse la derecha cuando dispara una ofensa tan grave como la de acusar a Zapatero de traicionar a los muertos en atentados terroristas, por lo que Rajoy se reafirmó ayer en esa imputación, tal vez para que su partido no considerase una debilidad el hecho de desdecirse o disculparse. Pero la mano de Zapatero sigue tendida, como reiteró la vicepresidenta primera tras el consejo de ministros, mientras Rajoy, desde la sede del PP, intentaba desescombrar la política devastada en el debate sobre el estado de la nación mediante una propuesta de resolución que reafirme los principios del Pacto Antiterrorista, para que la vote el PSOE. Pero sigue el PP en sus trece, y propone también la ilegalización del brazo político de ETA, y, para no desviarse de su línea, propone que se fijen límites claros a las reformas estatutarias, garantizándose de una tacada la unidad nacional, la soberanía, la cohesión territorial y un modelo de Estado viable. Fernández de la Vega insistió ayer en que el Pacto Antiterrorista sigue vigente, y reiteró que «para escuchar a ETA, ETA tiene que abandonar definitivamente la violencia». Y añadió. «No hay ningún cambio en la posición del Gobierno». Da la impresión de que el Gobierno ni va a traicionar a los muertos por la banda terrorista, ni a los vivos que han depositado su confianza en él, aunque a estos en muchos aspectos acabe defraudándoles.

tracking