A CAMPANA TAÑIDA
Sacrificios asumibles
GREGORIO Peces-Barba, comisionado de nombramiento directo para las Víctimas del Terrorismo, dijo hace unos meses que se tendrían que afrontar sacrificios asumibles para lograr la paz. Luego negó haberlo dicho y al final tuvo que reconocerlo. Lo que importa es que don Gregorio tiene línea directa con Zapatero y sabe muy bien de lo que habla. Hace sólo unos días, José Blanco, alto jerarca del PSOE, dijo que lo único que los españoles querían oir es el fin del terrorismo de ETA, por lo visto el islamista no cuenta. Antes del debate del Plan, ZP recibió a Ibarretxe en audiencia secreta de más de cuatro horas. La ilegalizada Batasuna se puso el disfraz del PCTV, contra la que el gobiereno no quiere actuar. Tras las elecciones, Ibarretxe vino a La Moncloa para una nueva entrevista, de la que no ha trascendido nada, pues los comunicados oficiales no arrojan información interesante. La Vicepresidenta del gobierno reconoció que no se informó de nada al PP y recomendó que si quieren alguna información, que la pidan. Y el socialista López se reúne a bombo y platillo con Batasuna-PCTV. Estos son los hechos. Podrán gustar o no, pero no son discutibles. Y tales hechos, ¿a dónde nos conducen? No ha servido para desvelarlo el Debate del Estado de la Nación. Zapatero ni rebasó el autobombo ni los ataques al PP. Así que hay que deducir de los hechos. Que ZP quiera acabar con ETA es algo que se da por supuesto. Es en el cómo donde surgen las diferencias, pues de lo que se dice y hace, trascien de que en público o en secreto, a nivel oficial o extraoficial van a sentarse a negociar con ETA el fin de su actividad armada. Otegui, a quien no se le puede acusar de incoherencia, ha planteado -y parece que el gobierno aceptará- dos negociaciones paralelas. Se trata de meter a Navarra en Euzkadi y de conseguir un referéndum en el país vascofrancés. Esto último es una quimera, porque Francia no está en absoluto por la labor. Pero lo de Navarra puede parecer en principio más viable. En todo caso, demuestra miedo en el entorno del nacionalismo -violento o no- porque en la reforma constitucional que se pretende, el gobierno de Navarra quiere suprimir la Transitoria 4ª, que regula tal posibilidad. En 1977, el nacionalismo vasco estuvo a punto de conseguirlo y Suárez, en su debilidad, de otorgarlo, pero la vivísima reacción de Navarra lo frustró. Ahora, este puede ser uno de los sacrificios asumibles, pero dudo mucho de que la iniciativa llegue a buen puerto. Más verosímil me parece la vuelta de HB a las instituciones con todos los honores. Igualmente, una reforma del Estatuto de Euzkadi en el que se reconociese su condición de nación, aún pasando de puntillas sobre la soberanía. Y que el Estado tuviese allí una presencia mínima, testimonial. Indultos discretos. Y dinero y más dinero, ya se vería la forma. Si en tal contexto se lograse que ETA anuncie una nueva tregua indefinida, ZP disolvería las Cámaras exhibiendo la tregua en triunfo en la subsiguiente campaña electoral. Sobre el terrorismo islamista caería mientras tanto un espeso manto de silencio. Y a esperar el resultado de las urnas. De todo esto Rodríguez Zapatero no dijo nada, pero creo que es hacia donde va.