Cerrar
Publicado por
MANUEL E. RODRÍGUEZ BARRERO
León

Creado:

Actualizado:

RESPUESTA a don Samuel Gutiérrez Rodríguez. El título me pareció sugerente: «El carbón en Laciana: dos alternativas posibles». He aquí algo interesante, me dije. Pues no, nada nuevo, sólo una especie de crónica del acabóse. Una especie de propaganda ribeteada de chantaje y escasa originalidad. Esa es la conclusión que he extraído de la lectura de la tribuna con la que ha obsequiado don Samuel a los lectores de Diario de León, el pasado domingo día 8. Ese mismo discurso, con ligeras variaciones, es el que mantenía el director general de MSP en 1985, Alfonso García Argüelles. O me dejan explotar a cielo abierto o me voy, y Laciana se queda como un erial. Y añadía, el cielo abierto es la mejor y única garantía de futuro para esta empresa y por ende para Laciana. Pues bien, han pasado 20 años, se ha explotado y se sigue explotando a cielo abierto y las cifras son de lo más elocuentes. De tres mil y pico trabajadores hemos pasado a 700. Los pozos de María-Peñas-Bolsada, Paulina, Carrasconte y recientemente Lumajo han cerrado, ya sólo queda Calderón. Certeras y ajustadas previsiones, sí señor. En 1988, en una memorable sesión del pleno de la corporación municipal, el alcalde socialista, Jesús Fernández y el portavoz del mismo grupo, Pedro Fernández, sostenían sin el menor rubor que la MSP iba a crear empleo. Por eso debíamos concederle el cielo abierto. La magnífica y brillante gestión de García Argüelles se saldó con la quiebra de MSP. Después llegó Ángel Villalba y pregonó a los cuatro vientos que, con Victorino Alonso el futuro de la empresa estaba garantizado. Mi impresión es que cometió un pequeño error de apreciación. Confundió el futuro del dueño con el de la empresa. Pues efectivamente, Victorino Alonso ha creado desde entonces un pequeño emporio empresarial, pero la MSP y con ella el Valle de Laciana, han acelerado la caída al fondo del precipicio. Éxodo, cierre de actividades comerciales, paro y así suma y sigue. Esa es la tangible realidad, después se podrán buscar excusas y todas las explicaciones que se quieran. Seguro que no faltan. La última, la aprobación del Protocolo de Kyoto. Lo que jamás se dirá, es que desde hace medio siglo la UE ha desechado el carbón como fuente de energía de futuro. Y por esa razón, los países de nuestro entorno se pusieron manos a la obra y realizaron sus respectivas reconversiones. Cierto es que con mayor o menor fortuna, pero siempre mejor que aquí que se ha apostado por la lenta agonía. Y cuando ya nadie se atreve a sostener ese discurso, nuestros dirigentes políticos siguen obstinadamente afirmando que el carbón tiene futuro. Eso sí, como reserva estratégica, añaden. Pero en qué quedamos. ¿No es la UE la que define nuestra política energética? ¿Acaso las ayudas que se están recibiendo no van destinadas a la reconversión del sector? ¿Qué se ha hecho? Pues a diferencia de otros países, aquí por motivos políticos y electorales, se ha resuelto el tema convirtiéndolo en un mano a mano entre empresarios y sindicatos. Así las diferentes administraciones han quedado exoneradas de sus responsabilidades. Lo que ocurre es que se han perdido 20 años. Y hoy, a diferencia de entonces, la creación y deslocalización de empresas se está haciendo en los países de reciente incorporación a la UE. Francia, Inglaterra, Alemania y en menor medida Italia, han deslocalizado unas 4.000 empresas en los dos últimos años. Naturalmente, por razones de estricta rentabilidad empresarial. Conviene recordar que en la mayoría de esos países, el salario medio por 40 horas de trabajo semanal, no excede los 300 euros mensuales. Pese a todas estas evidencias, la arrogancia y el exceso de soberbia de nuestros políticos, les impide reconocer que han errado en sus planteamientos. Ahí tienen a la vecina Asturias. La región que menos ha crecido durante los últimos diez años. Y León muy cerquita. Porque tanto allí como aquí se ha optado por las jubilaciones anticipadas y por las bajas incentivadas, en vez de por la substitución del monocultivo del carbón. Y ahora viene don Samuel y descubre el agua caliente. Nos cuenta que el carbón en Laciana tiene dos alternativas. O dejarlo donde está o extraerlo a cielo abierto. Es decir, pan para hoy y hambre para mañana. Lo que omite, involuntariamente supongo, es que el cielo abierto ha hipotecado casi de forma irremediable el futuro del Valle de Laciana. No lo afirmo yo, lo afirma la Secretaría de Estado de Turismo. Veamos los hechos. En plena campaña electoral de las últimas elecciones municipales, Zapatero promete que si llega a la Presidencia del Gobierno, Laciana tendrá un Parador Nacional. Y como ha llegado el momento de cumplir la promesa, pues se ha encargado un estudio de viabilidad de esta instalación. Las conclusiones son demoledoras. Laciana ofrece un aspecto paisajístico y medioambiental desastroso. Donde no hay una escombrera hay una chimenea, o un deposito de chatarra, o una instalación minera. Y lo peor llega cuando uno visita el entorno natural. Hectáreas y hectáreas destrozadas por las explotaciones a cielo abierto. Montes y parajes naturales trufados de pistas, balsas de decantación al aire libre, fauna y flora arruinadas. Y así suma y sigue. Ese es el beneficio que acarrea el cielo abierto. Para Laciana, claro está, porque para el empresario es harina de otro costal. Todo el mundo lo sabe, menos el desaprensivo Consejero de Fomento, a quien una y otra vez, la Comisión Europea le enmienda la plana por sus veleidades profesionales. A él y a la alcaldesa de Villablino, que pese a tener constancia de que se está explotando ilegalmente mira para otro lado. Y lo peor es que no parece dispuesta a modificar su comportamiento. En ellos tiene Don Victorino Alonso sus mejores aliados. De manera que no se preocupe don Samuel, que su jefe tiene buenos valedores. No obstante, ya le advierto que otros muchos no estamos dispuestos a cruzarnos de brazos. Con bastantes menos medios, pero con la Ley de nuestro lado, tozudamente vamos a hacer todo lo necesario para que se cumpla. Al fin y al cabo, no nos martillean todos los días con eso del Estado de Derecho. Usted sabe - y si lo ignora es que es un atrevido al escribir lo que ha escrito - que los proyectos de MSP son incompatibles con los objetivos medioambientales señalados en las Directivas de la UE. La última vez que se lo han dicho al Reino de España, ha sido el pasado 22 de diciembre. No sea demagogo, no intente cínicamente recurrir a la buena fe de los Lacianiegos para que elijan entre lo malo y lo peor. Ya estamos hartos de sus continuos chantajes. Si su empresario no es capaz de explotar el carbón por otro método que no sea el del cielo abierto, que coja los bártulos y se vaya. Eso sí, que rinda cuentas ante las administraciones correspondientes por las ingentes ayudas recibidas. Que justifique plenamente de donde provienen los fondos que han servido para la creación de su pequeño emporio empresarial. En suma, que no se vaya de rositas como en otras ocasiones. Insisto, no se preocupe por nosotros, que seguro que Villalba nos busca otro mirlo blanco para hacerse cargo de la MSP. Y si no es él, seguro que Zapatero nos echa una mano. Al fin y al cabo siempre ha sostenido que el carbón tenía futuro. Claro que eran tiempos de oposición. Sí, cuando plagiaba a Manu Chao, con aquello de «Próxima estación, Esperanza». Pues eso.