Saltan chispas

TOMÁS Villanueva se quedó ayer solo, desconectado, mientras defendía la necesidad de la línea de alta tensión Lada-Velilla. En el hemiciclo de Fuensaldaña, por una vez animado, las contradicciones hicieron saltar chispas. Mientras el consejero se esforzaba en subrayar la importancia de este enlace para Castilla y León, desde la UPL se le recordaba que su propio partido, el PP de León, ha respaldado claramente a sus alcaldes en su rechazo al trazado. Sólo alguien como Villanueva, fajador, y revestido con una formidable capa de aislante, puede coger las dos puntas de los cables sin pegar un salto de liebre. Si a la posición del PP en la zona afectada se le suma la posición, igualmente inequívoca, de los alcaldes socialistas y, ayer mismo, del presidente de la Diputación Provincial, se completa un panorama del que surge un mensaje absolutamente nítido: «no queremos esa línea». Era un atropello en Riaño y lo sigue siendo en la alternativa planteada en la montaña central. Es hora de que el Ministerio de Industria, que pasa esta patata caliente a Red Eléctrica (¿hay que recordar que la Sepi tiene el 28,5% de las acciones de REE?), tome las riendas del asunto y reconozca que debe pensarse en otra solución. Ojalá que los promotores de esta línea -Ministerio incluido- hubieran afrontado con el mismo entusiasmo la necesidad de poner coto a los despilfarros energéticos en las grandes ciudades. Ojalá que se apliquen con la misma energía en la puesta en marcha de medidas que conduzcan de verdad a un progresivo ahorro energético. En este negocio hay dudas de muchos kilovatios: ¿de verdad falta tanta energía?. El personal de base está ya muy chamuscado.