Van a más

LOS CASOS de maltrato han aumentado un 30 por ciento, según el Consejo General del Poder Judicial, lo que significa que los bestiajos han ido a más. Y digo que han ido porque somos muchos los que jamás, jamás le hemos pegado a una mujer, ni siquiera en defensa propia. Con el macho ibérico en los hogares pasa lo mismo que con 'la furia española' en los campos de fútbol, que es idéntica a la de cualquier otro país. Tengo entendido que en otras tribus humanas, presuntamente más evolucionadas, los crímenes pasionales se dan todavía con mayor frecuencia. Lo que hace distintos a los ingleses, por ejemplo, es que suelen hacer desaparecer las pruebas y después de eliminar a su cónyuge practican la obra de misericordia de enterrar a los muertos. Generalmente en el jardín de sus casas. No se sabe si será verdad que la escuela de Barba Azul tiene cada vez más discípulos porque el varón no acaba de entender que la mujer desempeñe el mismo papel que él en la sociedad. Muchos ciudadanos están dispuestos a tolerar cualquier cosa menos la igualdad de derechos entre los sexos, que por otra parte no existe en el medio laboral. Salvo en los ministerios, quienes desempeñan el mismo trabajo cobran distintos sueldos. La idéntica remuneración empieza en los llamados altos cargos. Sigue siendo verdad eso de que la auténtica equiparación se producirá cuando una mujer con la cabeza hueca pueda llegar tan lejos como un hombre con esa misma característica, pero hay que ser justos y reconocer que en ese sentido el actual Gobierno ha dado unos pasos trascendentales. Las estadísticas son escalofriantes. Que una mujer agreda a un hombre sigue siendo anómalo, pero más de 23.000 hombres han sido condenados durante el año pasado por violencia doméstica. Los tribunales recibieron casi 100.000 denuncias. Muchas mujeres no se atreven a denunciar. O temen que las maten o temen que las hagan prisioneras.