EL MIRADOR
Los precios de la paz
LOS SOCIALISTAS están convencidos de que la mayoría de las gentes quieren la paz hasta el punto de cerrar los ojos para no ver el precio. Por supuesto, Zapatero dice de momento que la normalización del País Vasco no tendrá coste alguno político aunque añade a continuación que habrá que hacer política para conseguir ese objetivo. Pero cabe preguntarse qué diferencias pueden existir entre hacer política con los representantes de ETA y pagar un precio político. En todo caso lo que nos permite aproximarnos a las intenciones del gobierno socialista es tener en cuenta el método de trabajo que, al parecer, han convenido ya en los contactos clandestinos que han mantenido. Me refiero a la creación de dos mesas por las que deberá dicurrir el el diálogo. Por un lado, en una de ellas se sentarán únicamente el Gobierno y ETA; por otro, los partidos vascos, incluido el Partido Comunista de las Tierras Vascas, ahora llamado Izquierda Abertzale en el Parlamento Vasco como en otros tiempos Batasuna. Ya lo ha advertido Otegi (autor de la idea de estas dos mesas): las cuestiones territoriales tales como el Estatuto vasco o el referéndum sobre el futuro del País Vasco (un sucedáneo de la independencia) deberán ser tratadas en la mesa de los partidos y no en la dedicada a ETA. Para estar se reservarán problemas como medidas de gracia o excarcelaciones... Mientras tanto ETA sigue cometiendo atentados. Con heridos. Como diría José Blanco, una tregua sui generis puesto que no hay muertos. El segundo de Zapatero es tan laxo en sus criterios que considera tregua las acciones de ETA, las extorsiones de ETA, el impuesto revolucionario, el terror callejero...con tal de que no se produzcan muertes. Así pues, según él llevamos ya dos años con una tregua real. Para el intelectual Savater, la democracia ha demostrado ya sobradamente su victoria sobre ETA y, por tanto, no hay que tener miedo a las negociaciones sino explorar todas las posibilidades en ese sentido. En todo caso, ¿qué se puede negociar? Al llegar a este punto el escritor le deja la respuesta a Zapatero. El no se siente concernido, pero las víctimas sí. La Asociación de Víctimas, la dirigida por Alcaraz, la más numerosa, tiene conocimiento a través de sus conversaciones con el Alto Comisionado, Peces Barba, que el Gobierno quiere poner encima de la mesa la excarcelación de etarras. Preventivamente, la ATV dará el día cuatro en Madrid un aviso fuerte al Gobierno. Ya lo dijo hace unos días Mikel Buesa, hermano del asesinado Fernando Buesa: las víctimas han soportado todo por la confianza en la justicia y por esa razón nunca se pensó en la venganza. Las víctimas ya le ofrecieron a la sociedad sus propias vidas. No se puede dar más. Pagar otro precio sería más que injusto. Sería eso que Rajoy llamó en el debate de la nación, «una traición a los muertos».