Cerrar
Publicado por
FERNANDO ONEGA
León

Creado:

Actualizado:

LA BANDA terrorista ETA está toreando a Zapatero. Está jugando a ponerlo nervioso. O le enseña los dientes, como diciéndole: mira, muchacho, que podemos atentar cuando queramos y donde queramos; que España es muy grande, y podemos atentar en Madrid, pero también en cualquier otro lugar, como Zaragoza; que mientras extremáis la vigilancia en los controles de seguridad de los aeropuertos, nosotros podemos atacar con morteros desde el exterior; y podemos enfocar los lanzagranadas a cualquier zona donde se puedan producir víctimas. También es posible que el mensaje etarra de ayer tenga la intención que expresó hace poco un dirigente de Batasuna: no nos habléis de tregua mientras seguís deteniendo y juzgando a nuestros activistas. Hicimos explotar un coche cuando Otegi fue a declarar a Madrid, y ahora atentamos en Zaragoza, porque comienza el juicio contra los secuestradores de Ortega Lara. Continuaremos la lucha armada hasta que cese la hostilidad del Estado con nosotros. Todo esto se puede especular con el atentado de ayer. Puede ser una especulación cierta o falsa, ingenua o acertada, porque yo me considero incapaz de interpretar las intenciones de esa banda cuando tiene una respuesta positiva a sus demandas de diálogo con el gobierno. Y además, es inútil. Ellos tienen su estrategia oculta, esa estrategia es criminal, y difícilmente entra en la lógica de quien nunca justificará el uso del terror como instrumento político. Al margen de eso, las consecuencias son provisionalmente penosas para los sueños de José Luis Rodríguez Zapatero. Es como si los etarras se hubieran propuesto arruinar su discurso y dejarlo en ridículo ante la opinión pública. Hace sólo dos días que reiteró en el Senado su disposición al diálogo, siempre que se pueda constatar que «ETA tiene la voluntad de abandonar las armas y dejar la violencia para siempre». La renovación de su oferta, expresada en esos términos, ha sido entendida como una rebaja de las condiciones previas por parte del gobierno, pues otros miembros del gabinete habían dicho que el abandono de las armas era condición previa. Es decir, que no bastaba con «la voluntad». Este análisis no era correcto, porque el presidente se ajustó en sus términos a lo aprobado en la resolución parlamentaria. Lo sustancial, sin embargo, es que sigue tendiendo la mano, y los etarras se la muerden. El único que se beneficia del espectáculo es el Partido Popular, que ve reforzadas su tesis de que no se puede negociar con el terrorismo. Mariano Rajoy lo aprovechó ayer con la rapidez que se podía esperar. Y así tenemos que ETA, por lo que sea, juega en contra de quien le ofrece una salida airosa, y a favor de quien sólo la quiere derrotar. ¿No os parece muy extraño?

Cargando contenidos...