¿El preámbulo?

LA FALSA alarma de la que hablaba la pasada semana no fue tal. Simplemente creí que por haber pintado las rayas centrales de la calzada de la calle Riosol seguirían haciéndolo, y al no ser así consideré erróneo que iba a ser repintada la señalización horizontal de la ciudad y se había empezado por allí. Pues, efectivamente así ocurrió, aunque en esa zona con las dichosas rayas citadas era suficiente por ahora. Lo cierto es que se pintó Alcalde Miguel Castaño, el barrio de La Palomera y están marcadas muchas otras calles de varias zonas para que en breve actúen los pintores y quede todo bien señalizado. Y no como hasta ahora, que los conductores que no son de aquí tienen que ejercitar sus dotes adivinatorias para saber por qué carril van y si pueden, o no, girar en una intersección. Pero si bien es cierto que debemos felicitarmos de que se repinte el suelo urbano, no lo es menos que eso me hace temer que la campaña de asfaltado que parece estar dispuesta -más bien, obligada, aunque se resistan a empezar- a emprender la Corporación Municipal no sea muy amplia -y se necesita como el comer- o se concentre en muy pocas calles, cuando realmente casi ninguna está bien, y demasiadas las que precisan el alquitrán con urgencia. Por eso tiemblo por el hecho de que los pintores sigan con su brocha por las calles y en cambio no se haya visto un camión de alquitrán y una apisonadora, señales inequívocas de que se remozan las calzadas. Ojalá me equivoque de nuevo y estas líneas sean preámbulo del asfaltado casi total de la ciudad. Sería de agradecer.