Ciudad de milagros

YA ES IMPOSIBLE programar actividad cultural sin que coincidan dos actos importantes, y no porque no se pueda llegar a acuerdos puntuales, sino por el propio dinamismo de la oferta. Les hablaré de algunos protagonistas leoneses, sin afán chauvinista. Amancio González y David Rubio han presentado en Madrid El aplauso de los chopos . De los muchos méritos artísticos de Amancio poco puedo añadir ya, pero la gran sorpresa, al menos para mí, ha sido Rubio, quien borda unos fogonazos de cuentos sobre lucha leonesa, evitando caer en el mero culto a la acción, para hablarnos de perdedores y su regreso a casa, del absurdo que quizá no lo sea tanto; escribe con pilares aprendidos en el mejor periodismo, sus cuentos le hubiesen gustado a Hemingway. Hubo sorpresas gratas también en la presentación del libro El jardín de las favoritas olvidadas . María Fernanda Santiago Bolaños, de raíces astorganas, fascinó con sus palabras, a la vez barrocas y sencillas, combinación sólo posible cuando se habla desde el corazón y con anhelo de verdad. Estuvo apoyada por María José Cordero y el dúo Sirma. Tiene Cordero una voz comparable con las mejores. León sólo es una ciudad muerta culturalmente para sus zombis, que los hay. Contamos con una larga lista de creadores, que trabajan sin el autobombo nacionalista, protector y castrador. En arte sólo existe lo universal, no confundirlo con la fama o con el pensamiento único. León es más universal en cuanto es más León. Ciudad viva. Ciudad de milagros. Apoyemos con nuestra presencia su amplia oferta.