Bush, contra las cuerdas
EL AVISPERO de Irak tiene muy mala salida. Ya se sabía, pero Bush lo está comprobando cada vez más nítidamente. El presidente norteamericano se dirigirá mañana a sus conciudadanos, -un 60% están reclamando ya un regreso inmediato de los efectivos allí desplegados-, para intentar persuadirles de que todavía no es el momento de volver. La soledad militar de Estados Unidos es la penitencia, dura penitencia, a pagar por la obstinación a emprender una guerra ilegal.